Tristeza e insatisfacción, emociones que nadie quiere sentir tras intimar con su pareja, pero en caso de que aparezcan, han de ser un llamado de atención para esa persona. De acuerdo al sexólogo, Miguel Ángel Barreto, “quien, tras el coito, manifiesta sensaciones negativas como tristeza, enojo, frustración, inseguridad, no sentirse deseado ni amado, padece de insatisfacción sexual”. Es un problema tan peligroso, que de acuerdo al especialista, la persona afectada puede llegar incluso a la depresión.
Sentir que nuestra vida sexual no es gratificante depende de diversos factores que pueden actuar tanto de manera independiente como en conjunto. De acuerdo a la persona, son medidos, cuán frecuente debe parecerles el contacto físico con la pareja, el congenio emocional que tienen entre sí, la calidad de las caricias preliminares a la intimidad, la manera en que esos encuentros sexuales son iniciados, o hasta la manera en que los gustos en prácticas y ritmos sexuales de cada quién son respetados.
Parte de estos factores, surgen de ideas poco realistas a cómo debe ser una verdadera relación sexual. La persona puede tener ideas preconcebidas, basadas en mitos, prejuicios o fantasías, que escapan de la realidad, por lo que al tener relaciones y no obtener lo que se había imaginado, inicia un proceso de menosprecio y desvalorización por tener intimidad, finalizando en la insatisfacción sexual.
Además de lo mental, también prevalece la insatisfacción por factores físicos como la anorgasmia en las mujeres y la eyaculación precoz en los hombres. La anorgasmia resulta ser la incapacidad de llegar al clímax, pese haber alcanzado la excitación necesaria para iniciar la relación sexual. Por su parte, en el hombre, eyacular antes de lo deseado, va generando preocupación, y dejando de lado el placer.
Tanto hombres como mujeres la padecen. Un estudio publicado por “The Journal of Sex And Marital Therapy” afirma que de tres mil hombres encuestados, el 54% no está satisfecho con la vida sexual que llevan, y de tres mil mujeres entrevistadas, la cifra fue del 42%. El factor condicionante en el estudio evaluó si tenían relaciones con la frecuencia que tanto quisieran debido al poco tiempo que su rutina diaria les dejaba para poder tener intimidad con su pareja.
Esta insatisfacción no solo es causante de la depresión. El sexólogo y psicoterapeuta sexual, Miguel Barreto asegura, que una persona insatisfecha sexualmente llega a un punto de evitar cualquier tipo de encuentro. Si el problema no se controla a tiempo, las emociones negativas, y los sinsabores de la intimidad, llevarán a la persona a buscar maneras de escape para evitar cualquier actividad de tipo erótica.
Si se decide acudir con un especialista, la pareja será evaluada tanto de manera particular como en conjunto, con una serie de estimaciones para así dar si el factor de la insatisfacción sexual es físico o emocional. Recordemos que, una pareja es de dos, debemos tener confianza y ser comunicativos con esa otra persona, para que ambos logren cuidar el placer equitativamente, lo que fortalece, entre otras razones, la relación de pareja.
ALFA