Qué bonito es el comienzo de una relación, los primeros años son los más bellos, las promesas de amor eterno, creer que su pareja será para toda la vida y que siempre estará a su lado, que sólo tendrá ojos para usted y que la llama de la pasión nunca se apagará, pero de repente sucede, ha descubierto una infidelidad en la pareja con la que ha compartido innumerables días y noches y de la cual creía ser el centro de su universo.
El psicólogo Bertrand Regader fundador y director de la Web Psicología y Mente escribió sobre el ¿por qué somos infieles?, haciendo mención sobre “una investigación estadística con más de 74.000 participantes”, “en ella se descubrió que el 45% de las mujeres infieles lo son porque sienten una fuerte atracción por la otra persona, mientras que el 32% confiesan ser infieles para sentirse más deseadas. En los hombres, parece que la infidelidad tiene una mayor vinculación con el sexo: el 48% expresó que fue infiel porque quería tener más sexo, y el 46% expuso que quería mayor variedad”.
Carol Castillo, terapista de pareja opina que “quien haya traicionado la relación siempre se justificará antes de reconocer la realidad y comenzará a pedir perdón, encontrará y expondrá las mismas excusas que se oyen en el mundo entero: me enamoré, tú no me atendías, ya no me sentía importante en tu vida, me excluías de las decisiones que tomabas, sentía un abandono y desinterés total, ni siquiera sexualmente tenía satisfacción, no había comunicación entre nosotros”.
La infidelidad es más común de lo que creemos, de acuerdo a un estudio realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México la razón por la que hombres y mujeres llegan a ser infieles, se debe a factores genéticos, biológicos, químicos, psicológicos, ambientales, sociales y culturales; algunas estadísticas indican que alrededor del 60% de los hombres engañan a sus parejas, mientras que el 40% de las mujeres suelen ser infieles a sus compañeros sentimentales.
No es una regla que cuando estos casos suceden la pareja se divorcie o separe, pero es la principal causa para hacerlo, esto es generalmente debido a que se agolpan emociones desagradables como tristeza, baja autoestima e ira para la persona que ha sido engañada, quien de inmediato retira la confianza depositada en su pareja.
A veces antes de tomar esa decisión definitiva, apartando el hecho de que existen sentimientos que no desaparecen de la noche a la mañana, privan los hijos y aquello que fue construido por ambos, el temor a la soledad o la opinión de la familia de ambas partes, entre muchas otras razones.
Cuando decide continuar la relación, debe tener ante todo infinita paciencia, ya que lleva años recuperar de nuevo la confianza perdida, es recomendable ponerse en las manos de un terapista de pareja, que canalizará las reacciones y emociones que hubiera generado esta vivencia para ayudarle a superar la crisis.
ALFA