Este tipo de mitología, está basada en leyendas de la religión celta, que estuvo vigente en la edad de hierro. Sin embargo, no pasó después del imperio romano, debido a la transformación al cristianismo y su pérdida del lenguaje original. A pesar de ello, algunas comunidades celta mantuvieron sus creencias, como las tribus de escotos y pueblos bretones de las Islas Británicas. Al igual que otras mitologías, en esta hablan de espíritus y sucesos, acompáñenos a conocer dos de los mitos más sorprendentes.

Las hadas y los espíritus en el día de todos los Santos, cuentan que existió un joven llamado Hugh King que un día en víspera de Santos, mientras pescaba, imaginaba seres fantásticos. De pronto, vuelve a la realidad al escuchar personas divirtiéndose, el joven se acercó a la multitud y pregunto, cuál era la razón de la celebración, le responden “vamos a la feria” y otro le invitó a ir. King se animó y los siguió al bosque; adornaron el ambiente de bebidas, música y comida. El joven maravillado, dejó en el suelo una cesta que llevaba, se sorprendió al ver que de la cesta salió un duende, que le agradeció por transportarlo y le premio con guineas de oro.

Hugh se divirtió tanto hasta cansarse y se recostó en un árbol, de pronto un caballero lo levanta y le pregunta si sabe quiénes son esas personas. El joven analiza y se da cuenta de que muchos de ellos los conocía y habían muerto hace tiempo. Horrorizado intento escapar, sin embargo, se vio atrapado en medio de ellos, los cuales hacían ruidos desagradables para los oídos, tanto fue, que cayó desmayado; al despertar se encontraba tendido en el suelo. Ya en camino de vuelta a su hogar, analizó que estuvo entre hadas y espíritus de Todos los Santos, y comprendió que debió quedarse en casa y no ser un estorbo en su celebración. De ahí la creencia que nadie debe salir el día de Todos los Santos.

El pescador y la foca, cuenta los habitantes de las islas escocesas Shetland y Orkney, que las focas salían del mar, dejaban su piel y se ponían a jugar en la arena con formas de humanos. Esta leyenda cuenta que existió un pescador que en una ocasión se encontró con dos hermosas mujeres que estaban divirtiéndose, el hombre se dio cuenta que cerca había dos pieles de foca, cuando se acerca a observar dichas pieles, las mujeres salieron a tomarlas rápidamente, para así colocárselas y seguidamente lanzarse al mar.

El hombre quedo encantado de una de ellas así que cuando podía la cortejaba, para luego desposarla. Años después el matrimonio entre el pescador y la foca se desarrollaba positivamente, al ser padres de dos niños, la mujer se empezó a comportar de manera extraña, esta solía salir sola a altas horas de la noche, en una de ellas el pescador la siguió y descubrió que su esposa estaba junto a otra foca macho y juntos se fueron al mar.

Son extrañas las mitologías celta, pero aseguran que los seres fantásticos y cosas extraordinarias si existen, no son solo cuentos.

ALFA