Se llama aftas a esas pequeñas ulceraciones que aparecen en nuestra cavidad bucal, y son las responsables de hacer que sintamos nuestra boca como un edificio prendido en llamas.
Nos damos cuenta de que tenemos un afta al sentir un hormigueo o quemazón en alguna región de nuestra boca, vemos que comienza a aparecer un pequeño bulto , el cual aumenta progresivamente su tamaño. Es ahí cuando se vuelve bastante doloroso y de color blanquecino, con una aureola roja, si no son atacadas a tiempo van creciendo, tornándose cada vez más molestas.
A veces las aftas, suelen aparecer en grupos y desaparecen al décimo día sin tratamiento cuando son pequeñas. Las más severas son menos comunes y tardan varias semanas en curarse, necesitaran tratamiento y en muchos de los casos pueden dejar cicatrices internas.
Son bastante comunes, aparecen en una de cada cinco personas y pueden ser provocadas por lesiones, infecciones, estrés, alergia a ciertos alimentos, predisposición genética, cambios hormonales en las mujeres, apareciendo en el tejido blando interno de los labios, mejillas, paladar blando, lengua y algunas veces en la garganta. Las aftas no son contagiosas como otras lesiones que salen en la boca, no se contagian por compartir comida, cubiertos o besar a alguien.
Durante su tiempo de crecimiento, no permite que la persona que la porta se alimente de una manera correcta, debido a que, son dolorosas e incomodas a la hora de masticar o ingerir algún alimento cítrico, salado, caliente o picante. Existen algunos medicamentos de carácter natural y clínico encargados de combatirlas, pero su efecto dependerá de la aceptación por parte del organismo de cada persona y la continuidad con la cual, sea aplicado el mismo.
Se clasifican de la siguiente manera:
Primarias: Surgen debido a medicamentos retenidos en la cavidad oral, radiaciones, antisépticos orales, cáusticos, golosinas y goma de mascar, cepillado, calor, frío, traumatismos, ciertos tipos de alimentos, virus y bacterias.
Secundarias: Se originan por reacciones tóxicas, alérgicas, reacciones a medicamentos, enfermedades de la sangre, falta de vitaminas, entre otros.
Estomatitis aftosa recurrente: Está relacionada a cuadros emocionales y de estrés, aunque su causa aún es desconocida. Puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente en las mujeres y posee una cierta predisposición hereditaria.
Para prevenir y aliviar el dolor debemos seguir las siguientes indicaciones:
- En primer lugar una adecuada higiene bucal (no agresiva).
- Cepillarnos después de cada comida.
- Seguir una alimentación con características blandas, dulce, fría o templada, (no debemos comer alimentos picantes, ya que acentúa el dolor).
- Evitar lesiones en la mucosa de la boca (masticar despacio para no mordernos).
- Usar enjuagues orales antimicrobianos y analgésicos tópicos directamente en la zona afectada.
- Consultar periódicamente al odontólogo para que pueda hacernos el seguimiento adecuado.
Si cumplimos a cabalidad con el debido procedimiento de cuidados bucales, lograremos controlar que las aftas aparezcan lo menos posible en nuestra cavidad bucal y si llegaran a aparecer saber cómo combatirlas lo antes posible.
ALFA