El imponente ateneo rumano de Bucarest constituye una joya del neoclásico, ubicada en el centro de la capital de Rumania. Inaugurado en 1888, el ateneo rumano de Bucarest ha sido sala principal de sin fin de conciertos, y presentaciones culturales, otorgándole el valor de ícono patrimonial para la civilización indioeuropea.
Desde un inicio, la construcción del ateneo rumano de Bucarest se dirigió para hacerle centro educativo y recreacional de las ciencias y las artes humanas. Con forma abovedada, el ateneo es hoy sede de la Filarmónica ‘George Enescu’, así como sitio oficial del Festival de Música Internacional homónimo.
El nacimiento del imponente ateneo rumano de Bucarest surge luego de que se fundó la Sociedad Cultural del Ateneo Rumano, a manos del físico, Constantin Esarcu y el dirigente político, Nicolae Cretulescu. Ambos, también educadores, promovieron la construcción de un lugar donde se celebraría en conjunto el disfrute del arte y la ciencia. Posteriormente, se decidió que el diseño del ateneo quedaría a manos del arquitecto, Albert Galleron.
El estilo del ateneo rumano de Bucarest se remarca por el neoclasicismo, con algunas características propias de la corriente romántica. En su interior se encuentran una sala de conferencias, un auditorio con una capacidad de 600 personas en butacas, mientras que en los palcos laterales se logran adecuar unas 52.
La pared de la sala de conciertos se ve armonizada por un fresco de Costin Petrescu, donde fueron reflejados algunos de los momentos claves en la historia de Rumanía. Además, el ateneo cuenta con una galería de columnas donde fueron construidas las efigies de su monarquía, mientras que en su impresionante cúpula que se alza con 41 metros de altura, se encuentran los nombres de los más ilustres personajes artísticos y literarios de Europa.
Un hecho curioso se basa en el origen de los fondos de la construcción del ateneo. Como parte de una colecta popular realizada durante 28 años, la financiación del imponente teatro se produjo gracias a las donaciones de los mismos rumanos, siendo promovida mediante un eslogan que aún se recuerda, y que reza: “¡Dona un leu para el Ateneu!”. El leu es conocida como la moneda oficial de Rumania.
Junto a la cultura y la ciencia, el ateneo rumano de Bucarest también fue sede para importantes eventos políticos. Entre ellos, la formación de la Gran Rumania tras la convención de líderes de Besarabia, Transilvania, Bucovina y el Antiguo Reino de Rumanía, celebrada el 29 de diciembre de 1919.
Si desea disfrutar de un ambiente mágico, podrá pasear por la celebración de las artes que se mantiene en la parte exterior, gracias a los jardines espectaculares que resguardan una estatua del compositor rumano, Mihai Eminescu, obra del extraordinario escultor, Gheorghe Anghel.
Ideal para los amantes de la cultura, el conocimiento, y las artes en general. Un viaje hasta Bucarest debe tener como visita obligada un paseo por su imponente ateneo rumano, que, por si fuera poco, es considerado Patrimonio Europeo desde el año 2007.
ALFA