El desierto peruano de Huacachina, es literalmente el oasis de América. Este maravilloso regalo de la geografía se encuentra ubicado específicamente en la ciudad de Ica. Con el fin de dar a conocer su belleza, Huacachina abrió sus puertas al turismo internacional en 1990, cuando el gobierno peruano comenzó una campaña masiva para promocionar uno de los pocos oasis naturales que aún sobreviven en nuestro continente.

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Como todo desierto, Huacachina posee miles y miles de kilómetros de arena y vistas fascinantes, pero su verdadero encanto y al que debe el calificativo de “Oasis de América” es una laguna color verde esmeralda, alrededor de la cual hay una pequeña aldea compuesta por hoteles y restaurantes con aproximadamente 100 habitantes permanentes, número que crece en las temporadas altas, entre mayo y agosto.

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Por tratarse de un desierto, la vegetación de Huacachina está llena de eucaliptos y palmeras. Su clima es soleado y seco y con frecuencia los visitantes pueden disfrutar de la llegada de aves migratorias que buscan pasar una temporada entre estas arenas movedizas.

Sin duda, la comodidad que ofrece Huacachina para sus visitantes es un atractivo extra,que ha convertido el lugar en uno de los puntos turísticos más frecuentados de Perú. Durante las visitas, los temporadistas pueden disfrutar de actividades de diversión como paseos en vehículos rústicos por las dunas, sandboard, actividades acuáticas y también actividades inspiradoras y relajantes que se consiguen con admirar la majestuosidad del lugar.

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Con las condiciones y belleza propia, Huacachina es el lugar perfecto para todos los gustos; tanto para quienes buscan pasar unas vacaciones inolvidables en familia como para los que van en pareja, pero lo cierto es que vale el esfuerzo visitarlo con buena compañía.

Una vez en Huacachina es inevitable que los turistas no se asombren con la belleza de la laguna y se pregunten por su origen. Afortunadamente, ningún visitante se va sin complacer esta curiosidad ya que los guías y habitantes del lugar no titubean en contar la historia que explica el origen de la hermosa laguna, a través de la mitología.

Según la leyenda, la famosa laguna se formó por las lágrimas de una hermosa doncella llamada Huacay China, quien lloró desconsoladamente al enterarse de que su amado, un guerrero inquieto, había muerto en una misión. Cierto día otro guerrero observaba a Huacay China mientras lloraba, y ella al percatarse de su presencia se lanzó a la laguna que se había formado con sus lágrimas. Después,  cuando el guerrero se marchó y Huacay intentó salir se dio cuenta de que se había transformado en sirena; desde entonces habita en la laguna y sale del agua en cada luna llena para llorar por su amor perdido.

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El desierto de Huacachina es un oasis con una belleza incomparable, que ha sido intervenido por la mano del hombre para brindar a los huéspedes todas las facilidades a la hora de adentrarse a este mágico lugar.

ALFA