Los hexágonos y óvalos en sus joyas pueden ser de gran utilidad para destacar de manera única. Estas particulares formas geométricas son más que necesarias para dar un toque particular, siendo diferentes a las versiones más comunes como son las líneas rectas, los círculos y cuadrados.
Una figura elemental en la geometría. El hexágono se reconoce en su forma regular por tener seis lados y seis ángulos de igual tamaño, mientras que el hexágono irregular consta de la mayoría de sus lados de diferente tamaño, dejando solo un par, en posición paralela de igual longitud. El vocable hexágono deriva de la antigua Grecia, proviniendo de la palabra ‘ἑξάγωνον’, que quiere decir, ‘ángulo’.
Existen dos particularidades de esta forma en la sociedad actual y en la naturaleza, correspondientemente. La primera, por si no lo sabía, es que la zona metropolitana de Francia se le conoce como ‘Hexágono francés’, al estar construido con esta forma geométrica. La segunda, es que un panal de abejas se constituye en su interior con pequeñas celdas, las cuales, todos son del mismo tamaño, y tienen forma hexagonal.
En cuanto a la joyería, el hexágono puede hallarse en diferentes prendas, de diferente uso para cada ocasión. En cadenas resulta favorito para poder apreciar el equilibrio entre todas sus partes. Muchos materiales se prestan para adecuarse a la forma hexagonal, variando entre el oro de 18 quilates hasta versiones más artesanales con madera de nogal.
Existe una prenda en particular que es usada como amuleto protector y método de sanación, siendo necesario realizarse en forma hexagonal. Esta es el colgante ‘Prism’. En la ´práctica del Reiki, este tipo de colgante se emplea para diagnosticar el equilibrio de los chakras, conocer el método de tratamiento energético a emplear, y las modalidades complementarias que deberá usar la persona para restablecer su salud, lo que le hace una herramienta básica en las prácticas de sanación.
Dividiéndose entre un círculo y un elipse, el óvalo representa otra figura geométrica particular que le harán destacar un look distinto del habitual. Con sus dos arcos que guardan misma relación entre sus ejes, el óvalo se diferencia de otras formas por la percepción de suavidad y simplicidad que aporta a la vista.
Enmarcado al momento de esculpir diferentes materiales preciosos, el óvalo siempre ha figurado para la realización de anillos. Sin embargo, su simpleza ha sido instaurada en las nuevas colecciones de collares que deberá tomar en cuenta para la temporada de otoño – invierno que inicia.
Sea una prenda simple de una sola cadena, o de una variada caída sobrepuesta, el óvalo coincide en diferentes tamaños, formas, materiales y colores, proporcionando en su simplicidad un mundo infinito de posibilidades. Tanto en aretes, pulseras, cinturones, y las ya famosas gargantillas, el óvalo será una joya en bruto, con la que solo la creatividad podrá decidir la manera en que deberá adecuarse a cada ‘look’ femenino.
ALFA