Durante mucho tiempo los diamantes han sido un privilegio de reyes, reinas y famosos de todo el mundo; pero un nombre que destaca por su trabajo con los diamantes es Harry Winston. Para esta casa, la creación de joyas con diamantes es un arte en sí mismo y la clave de su éxito radica en la combinación de técnicas excepcionales, producto de décadas de tradición y experiencia, con la innovación plasmada en diseños que desafían la imaginación; dando como resultado joyas que se transforman en verdaderas obras de arte.
Se dice que la historia de la firma inició en 1903 en una pequeña joyería en el distrito financiero de los Ángeles, donde Harry con apenas siete años comenzó a trabajar junto a su padre Jacob Winston, quien le fue enseñando el arte de la joyería, despertando su pasión por los diamantes. Pero tras la muerte de su progenitor y luego de mucho esfuerzo, este joven emprendedor y visionario lograría en 1932 abrir las puertas de su propia firma en Nueva “York”.
Sin embargo, su imperio de joyas comenzaría en 1936 con la adquisión de la colección de joyas de Arabella Huntington, las cuales rediseñó al considerar que estaba pasada de moda; mostrando al mundo su habilidad y ganándose con ello el reconocimiento en el mundo de la alta joyería. Aunque esta no sería la única razón por la cual se daría a conocer, fue el primero en introducir el uso de engarces de platino ligero en sus joyas, lo cual le otorgó a sus piezas una disposición tridimensional y mayores tonalidades de brillo.
Gracias a ello, lograría cautivar a grandes actrices del cine como Marlín Monroe y Elizabeth Taylor, pero se destacaría en 1943, por prestar una valiosas joyas a la actriz Jennifer Jones; quien las luciría en la entrega de los Oscar, teniendo tal impacto que desde ese momento no se ha celebrado ninguna otra ceremonia sin que se exhiban joyas de Harry Winston; engalanando además con sus diamantes la alfombra roja de otros eventos como el Tony o el Emmy. Otro de sus aciertos y que le destaca del resto, es que esta firma ha poseído y vendido algunos de los diamantes más grandes del mundo como el Jonker, el Vargas, la Estrella de Sierra Leona o el Taylor Burton, entre otros.
Es así como esta casa, ha diseñado joyas de ensueño por más de cien años; convirtiéndose en una de las más prestigiosas del mundo al igual que sus clientes y aunque sus relojes y accesorios siempre serán símbolo de distinción, una de sus piezas más emblemáticas y más buscadas por los famosos son sus anillos de compromiso; los cuales siempre serán noticia. Su sello característico seguirá siendo la calidad y exclusividad en el diseño, cautivando por mucho tiempo más a miembros de la realeza y famosos de Hollywood.
ALFA