Viernes, 18 de diciembre de 2015. En España, ha sido hallada una nueva especie de Dinosaurio Ornitópodo que habitó en la Península Ibérica hace poco más de 125 millones de años, con una longitud estimada de seis metros, una altura de unos 2,5 metros y dos toneladas de peso.
El hallazgo se produjo en una cantera de arcilla -de la que se extrae material para hacer azulejos y cerámicas en Morella (Castellón)-, por un equipo de paleontólogos. Sería un ejemplar herbívoro que vivió en esa zona para la época del Cretácico Inferior y habría sido costera o de delta, con abundante vegetación y clima tropical. Ha sido denominado como Morelladon Beltrani, en homenaje a Vicente Beltrán, dueño de la mina en la que fue encontrado.
El dinosaurio es un ornitópodo de tamaño medio, sería una nueva especie emparentada con el popular Iguanodon; uno de los primeros dinosaurios que se descubrieron allá por el siglo XIX. Pero este tiene una peculiaridad notable, algo parecido a una vela desplegada a lo largo del lomo que igual podría ayudar a regular la temperatura del animal o mediante la cual almacenaba una reserva de grasa para los tiempos de escasez de alimento; y a la vez, jugaría un papel en su comunicación dentro de la manada o como aviso disuasorio para los depredadores.
Los ornitópodos presentan una diversidad morfológica dispar: unos caminaban a dos patas y otros a cuatro, como la especie encontrada en Morella, que si bien pasaba la mayor parte de su tiempo andando a cuatro patas; tenía también la capacidad para realizar pequeños trayectos solo con las extremidades traseras.
La característica más destacable de este ornitópodo, es la presencia en las vértebras dorsales de espinas neurales muy altas. Luego de un complejo trabajo realizado por los científicos, por un lado, el análisis filogenéticos -relación de parentesco entre especies-, y por otro, la comparación de los restos fósiles hallados en 2013 con los de otros dinosaurios del mundo, físicamente y a través de literatura científica; pudieron determinar que se trata de una nueva especie.
Según los especialistas, con los restos del esqueleto rescatado -bien conservados-; han identificado claramente los rasgos diferenciados respecto a otros dinosaurios, definiéndolo como una especie desconocida hasta ahora. Los huesos de la cadera casi completa, han sido determinantes para distar; así como hasta ocho rasgos específicos que no dejan hueco para polémicas en cuanto a su condición de nueva especie.
No ha aparecido el cráneo, aunque sí una buena colección de dientes. No se sabe de qué sexo era, ya que es difícil averiguarlo con un único ejemplar, sin poder hacer otras asimilaciones, explicó Fernando Escaso, paleontólogo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), y uno de los autores del descubrimiento. Del mismo modo, afirmó que este ejemplar tenía caracteres únicos, convencido en que seguirán apareciendo nuevas especies de dinosaurios y más compañeros de Morelladon Beltrani.
ALFA