Miércoles, 30 de diciembre de 2015. La Organización Mundial de la Salud (OMS), decretó a la República de Guinea, zona libre del virus Ébola, después que se cumplieran 42 días desde que el examen de sangre de la última persona infectada, diera negativo en dos ocasiones consecutivas. Cabe destacar que en Guinea fue donde se reportó el primer caso de Ébola hace dos, dando inicio a la propagación de una epidemia que causó más de 28.000 contagios y más de 13.000 fallecidos en Liberia y Sierra Leona.
Luego que la OMS decretara libre del virus a Guinea, esta entra en un período de vigilancia durante 90 días; en los que se reforzarán ciertas medidas sanitarias a fin de garantizar que cualquier nuevo brote sea detectado y atacado a tiempo. Anteriormente, Liberia y Sierra Leona también fueron declaradas libres de Ébola, y actualmente se encuentra en esta fase de vigilancia extrema por el mismo lapso de días.
Este período de tiempo, igualmente servirá para renovar los servicios sanitarios nacionales, que sufrieron grandes reveses a causa de los efectos de la epidemia y que provocó pequeños brotes en Nigeria y Mali. Lamentablemente algunos galenos y enfermeras pertenecientes a localidades de Senegal, Estados Unidos, Italia y Reino Unido; fueron contagiados mientras atendían a pacientes quienes habían adquirido el virus.
La cadena original de transmisión se inició en Gueckedou, perteneciente a Guinea, a finales de diciembre de 2013; entendiéndose a Liberia, Sierra Leona y otros siete países a través de viajes terrestres y aéreos. Entre los meses de marzo a noviembre, asimismo se detectaron diez nuevos brotes de Ébola relacionados con la reaparición del virus en un número considerable de hombres quienes lo habían superado anteriormente; esto, según últimos estudios, probablemente se deba a que aparentemente el virus puede mantenerse vivo durante nueve a doce meses en el semen de ciertos hombres infectados.
Por otro lado, la OMS ha alertado a África Occidental como zona de riesgo, donde la amenaza de una epidemia aún persiste. Los casos de extrema pobreza, un sistema sanitario público y ciertos rituales funerarios, son elementos que ayudan a su propagación.
El Ébola es una enfermedad viral, con una alta tasa de mortalidad, pudiente a alcanzar hasta un 90% de letalidad. Los síntomas que le acompañan son los siguientes: fiebre repentina, dolores musculares, debilidad generalizada, dolores de cabeza y de garganta, vómitos, diarrea, alteraciones hepáticas y renales, hemorragias severas. Se propaga a través del contacto con órganos y fluidos corporales tales como saliva, sangre, orina y otras secreciones.
Esta enfermedad también es conocida como la fiebre hemorrágica del Ébola. Su nombre proviene del Río Ébola, donde fue identificado por primera vez en 1976. Se produce principalmente en aldeas remotas de África Occidental, la principal vía de transmisión al ser humano es por medio de animales infectados, principalmente los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae. Tristemente aún no hay un tratamiento o una vacuna para este virus.
ALFA