El gran modista francés, fundador de la marca Givenchy, Hubert de Givenchy, ha fallecido este 10 de marzo a la edad de 91 años. Fue un gran nombre de la alta costura, además de uno de los principales representantes del mundo de la moda durante la segunda mitad del siglo 20, después de haber lanzado en 1952 la casa de modas que llevaba su nombre. Fino, elegante, refinado, con su estilo caracterizado por la moda chic, relajada, ligera, terriblemente seductora y con ese pequeño toque de fantasía perfecto y apropiado que supo magnificar cada una de sus prendas.

Givenchy, es también una época. El cine post-guerra, Hollywood, la princesa Grace de Monaco, Elizabeth Taylor, Jacky Kennedy e incluso Audrey Hepburn llevaron sus diseños en la pantalla grande. Sobre todo fue esta última a quien tomó como musa éste artista. En numerosas películas la actriz aparece con prendas personalizadas de Givenchy, su famoso vestido corto negro usado en la película de Blake Edwards, “Breakfast en Tiffany’s”, es un célebre ejemplo.

La aventura entre Givenchy y el séptimo arte comienza en 1954, cuando Audrey Hepburn desembarca en sus estudios en París con el fin de solicitarle su ayuda para vestirse en la película Sabrina de Billy Wilder con Humphrey Bogart y William Holden. Al principio, Givenchy la rechaza. Esperaba a Katharine Hepburn y no conocía a Audrey. Estaba casi decepcionado cuando ve llegar a esta joven mujer muy delgada con sus inmensos ojos. Pero Audrey Hepburn estaba desesperada por conocerlo y lo convence de aceptar cenar con ella. Al final de la comida, Givenchy, bajo el encanto, termina aceptando. La película recibió el Oscar a mejor vestuario en 1955. Ese fue el principio de una larga y bella colaboración entre Givenchy y el séptimo arte.

Fue también el principio de una larga amistad con Audrey Hepburn quien sería la representante y principal inspiración de su perfume L’interdit en 1957, quien lo promocionó en numerosas películas pero también fuera de cámaras para acontecimientos más íntimos como sus matrimonios o el bautismo de su hijo. «Las creaciones de Givenchy son las únicas en las cuales me siento yo misma”, declaró ella, “Él es mucho más que un modista, es un creador de personalidades. El éxito de Givenchy jamás perecerá”.

En 1959, el modista se traslada a la avenida Jorge V de París frente al estudio del modista Cristóbal Balenciaga el que admiraba perdidamente por su talento. A finales de los años 60 y a principio de los años 70, Givenchy lanza su moda masculina. Luego diversifica sus actividades, accesorios, zapatos, joyas, tapizados y decoración ¡Todo tiene éxito!

En 1988, se une al prestigioso grupo de lujo LVMH (Louis Vuitton – Moët – Hennessy). En 1995, después de más de 40 buenos y leales años de servicios de moda, Hubert de Givenchy nos dice adiós y se retira del mundo de la alta costura y del trabajo que ello conlleva. La marca se le concede a los artistas y a los jóvenes talentos que sostienen la antorcha: John Galliano, Alexander McQueen, Julien MacDonald, Riccardo Tisci, ClareWaight Keller la actual directora artística que realizó su primer desfile para la casa Givenchy, el 1 de octubre de 2017.

De Hubert Givenchy, quedará eterno en nuestra memoria colectiva el vestido corto negro, no olvidaremos tampoco la blusa Bettina, esa blusa elegante llevada por la modelo Bettina Graziani, el vestido tipo saco y su vanguardia en los años 50, el atrevido y audaz abrigo globo, los famosos vestidos “baby dolls”, por no mencionar el vestido corto, precedido por el traje corto, a finales de los años 60. Elegancia, audacia, talento, son palabras que resumen profundamente la vida de este extraordinario artista.

ALFA