El sitio más alejado del cuerpo es justamente la base, todos los cuidados se prodigan en cabello, rostro, manos, cuerpo y piernas, así es que si desea exhibir sus pies con clase, debe esmerarse y tratarlos como si de su cara se tratara y después verá lo maravilloso que fue tomar esa decisión, pues en la medida que ellos se sientan bien, su sonrisa será más hermosa y no tendrá ningún rictus desagradable que mostrar.
Tenga presente que sobre ellos recae todo el peso de su cuerpo e inclusive de las cosas que usted desee cargar, sin embargo y noblemente, si lleva prisa corren por usted, pueden caminar cualquier distancia a la que los someta, si los ata no les importa, igual si hace frio o calor si los zapatos le quedan grandes o chicos, en fin, son constantemente maltratados y sin embargo, al otro día están prestos para volver a colaborarle.
Ahora considere que esos esclavos merecen ser tratados de manera especial y con caricias sencillas que muy bien se han ganado, durante la ducha puede darle unos masajes; al enjabonarlos procure tomar asiento, levantarlos del piso uno cada vez y frótelos repetidamente, puede usar una esponja como exfoliante para sus dedos y el empeine para retirar las células muertas, mientras que en la planta es recomendable usar una piedra pómez para retirar las asperezas si las tuviera, una vez terminada la ducha, séquelos delicadamente especialmente entre los dedos y así evitará la aparición de hongos.
No olvide después de ese procedimiento, utilizar una crema hidratante y otra nutritiva para ellos, que de ahora en más los convertirá en la parte consentida de su cuerpo, particularmente las plantas y los talones, que sufren tanto, la crema debe absorberse totalmente y aplicar más crema si lo cree necesario, sin dejar de dar relajantes masajes en toda su superficie; luego, relaje también todo su cuerpo y a sus pies, colóquelos en alto, cálidos y confortables y verá que al comenzar la próxima jornada, se sentirán y se verán totalmente maravillosos.
Otra parte de su cuidado es mantener las uñas de los pies bien cortadas, para esto, remójelos durante unos minutos, retire el esmalte que tenga colocado, con un cortaúñas corte el exceso de manera recta y lime los excesos que hayan quedado, con un palito de naranjo empuje delicadamente las cutículas para sacar mejor provecho del esmalte y lograr que la pedicura dure más tiempo en buen estado; si fuera necesario, porque tiene rugosidades, use una lima pulidora para emparejarlas y luego, aplique brillo antes del esmalte, aunque es su decisión si desea usarlas naturales o solamente con un abrillantador transparente.
Conservando esta rutina, tenga la seguridad que no dejará de realizarla porque el placer que se siente cuando le dicen que sus pies son preciosos, la harán continuarla, ahora ha llegado el momento de cambiar el estilo de zapatos a sandalias para una salida casual, una tarde de chicas, un día de compras y otros muchos sitios a los que puede ir, luciendo sus maravillosos pies con orgullo y elegancia.
ALFA