¿Está anclada en las redes sociales?, porque ya no sorprende a nadie llegar a una cafetería o un restaurante y conseguir alguna familia integrada por 5 miembros o más y mientras esperan que les despachen su orden, sumirse cada uno en las redes sociales como si estuvieran solos en el mundo; este triste espectáculo puede ser más deprimente si  hay uno o dos menores mirando hacia la nada sin poder siquiera hablar lo que sea con quien sea, pues no están dispuestos a escuchar.

Se han realizado Congresos Mundiales para tratar sobre diferentes adicciones y según el jefe de un laboratorio de genética molecular, Aleksandr Kibitov, ha explicado que la adicción a las redes sociales funciona igual que las adicciones al alcohol, las drogas y otras sustancias tóxicas con la única diferencia de la «naturaleza química» de estas últimas; también ha destacado que las adicciones conductuales, como a la ludopatía, la adicción a Internet o las compras compulsivas, son más difíciles de estudiar, porque no hay forma de hacer experimentos con animales en el laboratorio.

También se ha mencionado en algunos Congresos, que se da un tratamiento errado a quienes desarrollan estos trastornos ya que van al psicólogo en busca de ayuda en lugar de acudir al médico.

Hay una  ansiedad manifiesta por permanecer conectados a las redes sociales o pasar mensajes por WhatsApp, Twitter, Instagran, Facebook etc., que no permiten que se desconecte del ciberespacio, es una enfermedad de carácter psicológico denominada nomofobia; la Universidad de Boyacá hizo un estudio con la red social más frecuentada, Facebook, “De acuerdo con la literatura, en 2007 se lanzaron versiones de Facebook en español, alemán y francés para expandir la red fuera de los Estados Unidos; desde 2006 se había extendido con éxito en la India”, explicó Claudia Inés Bohórquez, psicóloga de la Universidad de Boyacá.

Sin duda, la adicción a las redes sociales es un flagelo que puede atacar a todas las personas que hacen uso de ellas en el mundo, se han realizado estudios que revelan la dependencia de las personas al celular y que al no usarlo, sufren de ansiedad cuando se quedan sin él o sin la batería o sin cobertura, pues necesitan estar conectados a las redes sociales; psicólogos de la Universidad de Barcelona denominaron al miedo irracional de olvidar el móvil como “nomofobia”, que se deriva de las palabras no- mobile – phone phobia.

“Se ha atribuido a la tecnología la causa de diversas enfermedades, tanto de orden físico como psicológico. El abuso en el uso de redes sociales se podría considerar como una adicción. De acuerdo con algunos estudios, podría ser más adictivo que el tabaco y el alcohol; los jóvenes, en especial las mujeres, son más vulnerables a esta dependencia”, afirmó Bohórquez y agregó que cuando se abusa de las redes sociales y se empieza a perder la comunicación con las personas alrededor, se enciende la alarma, porque el diálogo es el medio que vincula a todos los miembros de la familia.

ALFA