Un mantra es un sonido sánscrito, que se vuelve palabra, recitándose para profundizar una meditación; por eso, es necesario escoger uno, que vibre con su frecuencia, aquel que llame su atención, desde el primer momento. Mantra significa liberar la mente, traduciéndose de la siguiente manera, man: mente y tra: liberar; proviene de religiones como el hinduismo y budismo, aunque hoy en día, es popular en muchas prácticas religiosas.
En el hinduismo, el mantra es un instrumento del pensamiento hacia la oración, el ruego y adoración; en el budismo, corresponde a la iluminación, se recitan para identificar la mente; en el catolicismo, se asocia a las liturgias rezadas a los difuntos; sin embargo, en psicología se relaciona con el individuo y sus estrategias mentales, para evitar lo inadmisible o injusto, haciendo uso del racionamiento.
Existen diferentes mantras, entre ellos tenemos el “Bija mantra”, o sonido raíz; a través de él, podemos crear, destruir o cambiar las cosas, interviniendo en cada “chakra” con sus elementos: tierra, aire, agua, fuego, éter, “ajna”, “sahasrara”. Igualmente, en los mantras tradicionales, se encuentran miles de invocaciones de diferentes culturas; los más populares son conocidos como “Om”, que significa sonido creador del universo y principio de existencia; “Hung”, expresa la mente inmutable; “Hasa”, simboliza la alegría; y “Ah”, representa la palabra; asimismo, afirmar palabras como: “yo puedo”, “soy feliz”, “soy capaz”, entre otras.
Con la concentración, usted puede lograr la transformación, reprogramando lo que está fuera de lugar; las veces que escuche una palabra del mantra, tendrá una reacción emocional; por lo tanto, deberá meditar a diario, a la misma hora y si es posible en el mismo lugar; aunque no es imprescindible el sitio, porque las circunstancias pueden variar. “John Blofeld”, escritor británico, especialista en taoísmo y budismo, expresa en su libro: “Mantras sagradas palabras de poder “, “los mantras producen un efecto sobre las personas que meditan, y con frecuencia visualizan sus sílabas como luces brillantes, bellamente coloreadas”.
Los mantras se utilizan en voz baja, alta, e internamente; la pronunciación se hace en forma rítmica, e incesante. No obstante, se demanda en ocasiones el uso de componentes, que favorezcan la búsqueda del vínculo de los mantras con otras herramientas como el “mandala”, un poderoso círculo, que ha sido utilizado por mucho tiempo para facilitar la meditación.
A veces los mantras se conocen como rosarios, pero en sus religiones de origen, se les da el nombre de “malas”, calificativo referente a collares de cuentas para plegarias, usados durante el cántico o la meditación. Mediante ellos, se obtiene la relajación, concentrándose en lo específico, acabando con ideas atormentadoras; por consiguiente, le beneficiará como instrumento liberador, alcanzando estados de reflexión intensa; haciendo que se esmere percibiendo, el conocimiento de su existencia y de sus actos.
Con los mantras, usted se enfocará, permitiéndose mejorar muchos aspectos de su personalidad. Le invitamos a desarrollar esa parte de su mente, que le facilitará la hermosa experiencia de conseguir el bienestar, viviendo de manera plena.
ALFA