Todas las mujeres deben tomar esta decisión en algún momento de sus vidas: ¿Quién puede ser un buen ginecólogo? Para la sociedad femenina, este es un asunto que no se puede tomar a la ligera, debido a que esa persona será la responsable del cuidado de su aparato reproductor e incluso, del desarrollo prenatal, cuando se esté embarazada. Ahora bien, no es posible saber de forma mística si existe en el mundo un ginecólogo exclusivo para nosotras. Para poder elegir cuál será el adecuado, se deben tomar en cuenta ciertos rasgos.

Ninguna mujer es igual, pero todas deben asistir a consultas ginecológicas. Pensar a quién le daremos la confianza necesaria para permitir que nos observe, y aún más, que nos acompañe en la valoración médica de nuestro bebé en crecimiento, si es el caso, no es sencillo.

Debe sentirse un grado de comodidad y seguridad suficientemente elevado. Esas dos palabras son esenciales para crear un ambiente de confianza, que le permita a la paciente expresarse libremente. No obstante, también se debe observar respeto y profesionalismo de parte del especialista.

A su vez, la mujer que busca un buen ginecólogo debe detallar si el título del profesional fue obtenido en una universidad reconocida. En consecuencia, no existirá temor de estar siendo atendida por personal inexperto en la materia.

En ocasiones, la edad y el sexo también delimitan la elección. No todas se sienten tranquilas con la idea de ser vistas por un hombre o por alguien se su mismo sexo. A otras tampoco les agrada que el profesional sea mayor o muy joven. Lo crucial para saber que estamos dirigiéndonos en buen camino, es que debe resaltar nuestra opinión y preferencia. Si nos sentimos a gusto con la presencia de una señora mayor, es la ginecóloga que debemos buscar.

Otro rasgo importante es la comunicación. Esta debe ser clara y fluida para que la paciente pueda entender lo que se le está diciendo, además de la prevalencia de la sinceridad. De lo contrario, se podrían generar muchas dudas, que a veces por miedo, nos negamos a aclarar.

La parte económica del asunto no queda por fuera. Aunque muchas de estas consultas no son gratis, en varias se ofrecen comodidades de pago. Siempre es necesario expresar esta interrogante, así se pueden evitar ciertos momentos incomodos.

Para la selección es bueno tomar en cuenta las sugerencias de familiares y amigos que ya tengan experiencia en este tipo de consultas. Debido a que, de esta forma, podremos tener una idea previa de cómo será la consulta o el trato del especialista, antes de que llegue el día.

Elegir bien este punto traerá como fruto la certeza de tener buena salud en los genitales, además de saber que su futuro bebé estará en buenas manos. Todo esto y más, son asuntos importantes que forman parte de la vida de toda mujer.

ALFA

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