Conservar alimentos puede parecer una tarea sencilla, pero no lo es. Ya que, para que estos mantengan todas sus propiedades y valores nutritivos deben estar bien almacenados. No solamente en envases herméticos sino también en condiciones óptimas que permitan prolongar su vida útil y los protejan de agentes físicos, químicos y biológicos. Los cuales en muchos casos son capaces de provocar el deterioro y la proliferación de agentes patogénicos.
En este sentido, los alimentos insalubres pueden contener bacterias, parásitos, virus e inclusive sustancias químicas nocivas. Que son responsables de causar más de 200 enfermedades que van desde la diarrea hasta el cáncer. Y según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, por ingerir alimentos contaminados cada año enferman en el mundo unos 600 millones.
Así que resulta determinante que identifiquemos cuáles son los errores más comunes que estamos cometiendo al conservar alimentos, para impedir que se contaminen y generen problemas de salud. Descubra a continuación cuales son.
Errores al conservar alimentos en el refrigerador
Guardar las frutas en el refrigerador sin lavarlas
Existen algunas frutas como los arándanos o las fresas, que son propensas a desarrollar bacterias y moho más rápidamente si se guardan en el refrigerador, sin haberlas lavado previamente. Es por ello que, tan pronto lleguemos debemos lavarlas, usando una mezcla preparada con tres partes de agua y una de vinagre. Para posteriormente secarlas y meterlas a refrigerar.
No refrigerar a tiempo
Para algunas personas ir al supermercado y luego ir al centro comercial o llegar a la casa y no guardar inmediatamente los alimentos es una práctica común. Pero algunos alimentos como carnes, pollos, pescados, marisco y cerdos necesitan ser refrigerados tan pronto como sea posible. Por lo que no pueden permanecer por más de dos horas a temperatura ambiente.
Sin embargo, si hace mucho calor, es decir temperaturas mayores 90° F o 32° C, no deben estar fuera del refrigerador por más de una hora. Igualmente, los alimentos preparados no deben permanecer mucho tiempo a temperatura ambiente, ya que pueden proliferar microorganismos mientras tardamos en consumirlos.
No colocar etiquetas a los alimentos que congelamos
Sin duda este es uno de los errores más comunes. Pero no debemos olvidar que los alimentos solo pueden ser conservados por un tiempo limitado. Y además, no todos tienen la misma fecha de caducidad, ni siquiera congelados. Por lo que, siempre debemos tener en cuenta los tiempos de conservación de cada alimento y respetarlos.
La manera más sencilla de hacerlo son las etiquetas, siendo necesario incluir en ellas qué es lo que contiene el recipiente y la fecha de congelación.
Refrigerar los huevos durante mucho tiempo
Si no los vamos a consumir inmediatamente, para evitar cambios en cuanto a su frescura, sabor y que estos puedan ser aprovechados como alimento. Los huevos refrigerados deben ser consumidos en un lapso de tiempo prudencial. Que no puede ser mayor a tres semanas a partir del momento en que fueron colocados en el refrigerador.
En caso de que estén cocidos y por seguridad alimentaria, deben ser refrigerados no más tarde de dos horas después de haber sido cocido. Y no deben permanecer en el refrigerador más de una semana.
Guardar las frutas y las verduras juntas
No todas las frutas y verduras se poder guardar juntas, ya que algunas como por ejemplo las manzanas desprenden etileno. Un gas que hace que las frutas y verduras maduren y que envejezcan antes, así que no tardarán en mustiarse e incluso pudrirse.
La forma correcta de conservar frutas y verduras es separándolas. Así evitaremos que los etilenos contenidos en ellas aceleren el proceso de maduración. Las principales frutas y verduras que producen etileno son: aguacates, mangos, fresas, tomates, manzanas, melones, melocotones, ciruelas, papas, plátanos y peras. Por lo tanto, deben estar cada una aislada de los demás.
Otros errores comunes al conservar alimentos
Usar recipientes y ollas para almacenar alimentos
Este es otro de los errores más comunes que cometemos al conservar alimentos. Muchas personastienen la costumbre deguardar los alimentos en los mismos platos en los que estaban comiendo o en las ollas donde los cocinaron. Lo que no ayuda mucho si se quieren conservar por más tiempo.
En el caso de las ollas, al estar en un ambiente frío y húmedo como el del refrigerador, los recipientes de aluminio. Entre ellos las ollas, aceleran el proceso de oxidación, algo afecta las propiedades de los alimentos. Lo mejor es colocarlos en recipientes plásticos o bolsas que tengan cierre hermético, asegurándonos de que estén bien tapados.
Conservar alimentos crudos y cocidos juntos en el refrigerador
En nuestro afán de optimizar el espacio muchos terminamos cayendo en este error. Esto puede provocar que los alimentos se toquen y contaminen unos a otros, lo que se conoce como contaminación cruzada directa. Es así como verduras, carnes o pescados crudos pueden tener contacto entre ellos y/o con alimentos ya cocidos intercambiando microbios.
Lo más recomendable para conservar alimentos en perfectas condiciones, es almacenarlos según su estado y naturaleza. Por ejemplo, ubicar en la parte inferior del refrigerador los alimentos crudos en envases cerrados para evitar contactos. De igual manera, si no se tienen suficientes envases, podemos envolver los alimentos con papel film para evitar proliferación de bacterias, malos olores y las quemaduras causadas por el frio.
Por su parte, los alimentos cocidos los dejaremos en la parte superior, así evitaremos también el goteo proveniente de los alimentos crudos sobre los cocidos.
Basarse únicamente en el olor de las comidas
Muchos de nosotros pensamos que si un alimento no presenta mal olor está en perfecto estado. Y esto es un error muy común, ya que el frio del refrigerador evita que algunos alimentos adquieran malos olores. Aunque esto no significa que estén aptos para su consumo, por lo que también debemos fijarnos en su textura, color y el tiempo que tienen guardados.
Lo ideal es que no se conserve comida congelada por más de tres o cuatro meses. Aunque es muy probable que se estropee pasado ese tiempo. Pero, si luego de olerla no tenemos claro su estado, podemos dejar que se descongele y comprobar si tiene una capa viscosa o textura blanda. También es importante su color, pues de ser más oscuro de lo normal o más desleído, es preferible no consumirla.
ALFA