A las mujeres desde niñas nos enseñan a brindar amor incondicionalmente, esperar a un caballero como los de antes en lugar de fomentar la independencia personal. La sociedad ha estado acostumbrada a esto durante años, pero aun cuando la mujer se ha forjado un largo camino hacia la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida, según los expertos somos el género con mayor dependencia emocional en cuanto a las relaciones. ¿Eres tú dependiente emocional?
La dependencia emocional, se ha instaurado en las sociedades y la cultura, generalmente cobra fuerza con la dependencia económica, ya sea desde temprana edad cuando se hace difícil la separación con nuestros padres o en una relación adulta. También la conforman distintos miedos: miedo a no merecer ser amada, miedo al compromiso, miedo a enamorarnos, miedo a la traición, miedo a que nos dejen de querer y el peor de todos: el miedo a la soledad.
Cuando más solas nos concibamos más tendremos la necesidad de conseguir una pareja y es cuando se torna peligroso, ya que la necesidad nos llevará a tomar decisiones apresuradas con respecto a la pareja que queremos, por ejemplo, elegir un compañero con quien no compartimos prioridades o intereses a futuro o con quien sería imposible construir una relación amorosa sana y equilibrada. Ser infelices en la relación y autoengañarnos con que esta persona cambiará, o vivir con un miedo a la ruptura, a que nos dejen o con unos celos que nos consumen, perdiendo así nuestra personalidad.
Si crees que puedes ser esta persona dependiente de tu pareja debes reconocerlo, determina tu madurez emocional e identifica si la relación que tienes es real o es solo ilusión y estás idealizando. Los dependientes emocionales tienen un amplio historial de relaciones, le dan prioridad a la pareja sobre cualquier otra cosa o situación y la necesidad del contacto es constante, ya sea personal o por teléfono móvil e internet. El dependiente absorbe a su pareja para sí mismo y le molestan los amigos, compañeros de trabajo hasta los hijos, el otro se convierte con el tiempo en alguien sobrevalorado. Además se enfrenta a una sumisión ante la pareja y al pánico ante el abandono o el rechazo debido a la poca autoestima.
Si definitivamente después de haber leído lo anterior te identificas a ti mismo como dependiente emocional, he reunido para ti 10 claves para superarlo:
- Date valor y quiérete.
- Aplica estas preguntas: ¿En verdad lo/a necesito?, ¿Soy feliz en mi relación?, ¿El intercambio afectivo es equilibrado?
- Toma riesgos.
- Toma decisiones.
- Haz las cosas por ti mismo, sin pedir ayuda.
- La relación se construye con comunicación, amor, respeto y paciencia.
- Aprende a decir no y deja atrás el pasado.
- Mejor soltera que mal acompañada.
- Toma tu tiempo a solas.
- Rodéate de mujeres.
Soltarse no significa que no quieres, se trata de respetar los espacios personales y actuar con conciencia. Aprende a extrañar y a ser extrañada.
Limitar el entorno social a tu pareja y volverse posesiva es una ruptura drástica de la relación.
Es interesante este tipo de publicaciones porque evaluas tu condición emocional.
Tener miedo a la soledad, te hace ser una persona dependiente emocional.
Ser independiente emocional te desvaloriza como mujer. ¡Quiérete!
Puntos clave de una sana relación de pareja; una buena comunicación, tratarse bien y respetarse.
Es muy acertado este artículo, una mujer no puede depender emocionalmente de un hombre por miedo a la soledad. ¡Valorate y quierete!