La ira es una de las emociones más importantes y complejas que debemos enseñar a los niños a manejar. Es normal a cualquier edad sentir rabia, irritación o furia, sin embargo sabemos que los chicos manifiestan su enojo a través de conductas agresivas de carácter verbal o físicas; por ello, es necesario saberla controlar.
Al igual que otras emociones, el mal manejo de la ira puede desencadenar en los niños problemas en el entorno familiar, con otros compañeros y especialmente en la escuela, repercutiendo significativamente en su aprendizaje y rendimiento escolar.
Saber gestionar la ira y enseñarles a nuestros niños qué tipo de conducta deben tener ante situaciones frustrantes, le va a permitir contar con herramientas necesarias para que cuando lleguen a adulto, sepan enfrentarse a las circunstancias problemáticas y adversas.
Por consiguiente, es importante que los padres empiecen a trabajar con ellos desde pequeños para enseñarles a tolerar la frustración, y sus sentimientos negativos, valiéndose de una serie de consejos explicados a continuación. ¡No pierda detalle!
Los niños no reaccionan ante los estímulos igual que los adultos; y normalmente la ira se desencadena en ellos por un estado de frustración. No obstante, cuando sus hijos manifiesten emociones tales como gritar, pegar, lanzar o romper algunas cosas, usted debe controlarse ante estas conductas; casi siempre los padres reaccionan de forma negativa en estos eventos. Debe recordar que los niños imitan lo que ven; por lo tanto, si mantiene una actitud de insultos y desafío, solo logrará que su hijo haga lo mismo.
Proceda separando a su hijo de la situación de conflicto para detener un poco la ira; enséñele que debe tomarse unos minutos para calmarse, respirar profundo, y pueda hacer ajustes internos para calmar su enojo; luego cuando esté tranquilo hable con él acerca de lo que pasó para que reflexione; al mismo tiempo, desapruebe la conducta diciéndole: “eso está mal hecho”.
Ángel Peralbo, psicólogo y especialista en problemas infantiles, aconseja: “Establezca una sanción inmediata que haga que el niño de manera coherente pierda algo positivo, como permanecer jugando en el parque; y obtenga algo negativo, como no salir a la calle en ese momento”.
Acérquese con amor y comprensión; hágale saber que a través del diálogo adecuado es posible arreglar cualquier tipo de conflictos; sin embargo, su hijo debe aprender que una conducta agresiva de cualquier tipo es inaceptable.
Sáquele provecho a las situaciones problemáticas, y conviértalas en fuente de aprendizaje para que su hijo aprenda cosas nuevas y las retenga; de este modo, podrá afrontar nuevas situaciones, y lidiar con sus propias emociones de enojo.
Para educar de manera eficaz debe establecer normas y límites claros dentro del hogar, con el objetivo de cumplirlas. Sin embargo, hable con sus hijos con un tono de voz segura, sin gritos y explique siempre el motivo de las reglas. Es necesario que los padres estén conscientes de la influencia que ejercen sobre ellos, para que sean el mejor ejemplo.
ALFA