Esta energía zodiacal tiene tres formas de vibrar que se pueden distinguir muy bien y que forman las cualidades que van a tener los signos zodiacales, de acuerdo a esa modalidad particular, combinada con cada uno de los cuatro elementos. Así se encuentra Aries (cardinal-fuego), Tauro (fijo-tierra), Géminis (móvil-aire), Cáncer (cardinal-agua), Leo (fijo-fuego), Virgo (móvil-tierra), Libra (cardinal-aire), Escorpio (fijo-agua), Sagitario (móvil-fuego), Capricornio (cardinal-tierra), Acuario (fijo-aire) y Piscis (móvil-agua).

Energía Cardinal: Es como un encontronazo, tiene la misma fuerza que un disparo. Simboliza la creación inicial, el impulso a crear y el modo en que se da el comienzo. Es la energía imprescindible para comenzar algo, sin ella no habría comienzo, pero a la vez es incapaz de sostenerse por mucho tiempo.

Energía Fija: Es persistente, sostenida, como la raíz de la planta, sin demasiados cambios, pero puede establecer un régimen. Simboliza el sostenimiento de lo que ya ha sido creado, da estabilidad. Esta energía que concreta lo que la cardinal inicia.

Energía Móvil: Es la energía que es capaz de oscilar y ver ambas posibilidades. Es la más armónica, ya que tiene la visión de todo, pero no se queda con todo.

Debe saber que es necesario tener un poco de cada una de estas energías para poder completar ciclos y concretar objetivos. Ahora bien, estas tres formas de vibrar de la energía resuenan en cada uno de los cuatro elementos: Fuego, Tierra, Aire y Agua; de allí surgen los doce signos zodiacales.

Fuego: Representa la energía, la capacidad de salir adelante, la intuición y el deseo. El fuego hace a las personas entusiastas, alegres, vigorosas y confiadas en sí mismas. Demasiado fuego da vehemencia, rabia, pasión, reacciones inesperadas, exuberancia, arrogancia y orgullo. La falta de fuego da apatía, falta de vitalidad, de entusiasmo, de voluntad, de ideales, de seguridad, depresión, pesimismo e impotencia.

Agua: Es la parte emocional, las relaciones sentimentales, la sensibilidad, la intuición, las emociones profundas. Demasiada agua da desbordes emocionales, temor, desconfianza en sí mismo y en los demás, inseguridad emocional. La falta de agua da falta de sensibilidad, superficialidad, contención de afectos y emociones.

Aire: Representa la mente y la posibilidad de ser objetivo. Tiene que ver con la comunicación, y por ende, con el enseñar y el aprender. Mucho aire da poca practicidad, falta de emociones profundas y gran exigencia mental. Poco aire implica poca objetividad, escasa expresión y dificultad para comunicarse con los demás.

Tierra: Da sostén y seguridad, el trabajar duro pero con sentido común, con cautela y cierta desconfianza. Mucha tierra da materialismo, avaricia, lo que a su vez se acompaña de una gran tristeza y soledad. La falta de tierra da incapacidad de lograr resultados tangibles, persona inestable e irresponsable.

En conclusión, el fuego y el aire son elementos no gravitatorios (ambos con las puntas hacia arriba), y por ello son rápidos; es decir, que todo proceso que implica estos elementos es rápido; por el contrario, el agua y la tierra son elementos gravitatorios (ambos con las puntas hacía abajo), son lentos y todo proceso que los implica es lento.

ALFA