Los perros son los mejores amigos del hombre, esa una expresión que se comparte en el ámbito mundial; y ya incluso en algunos países se celebra el Día del Perro para honrar a los peludos de la casa. La fascinación por estos animales lleva a la compra de ropa, juguetes, bolsos y todo tipo de artículo de lujo. El último grito de la moda perruna, son joyas que cuestan una fortuna.
Desde el año 2011, comenzó el auge por consentir a los perros con servicios de lujos. La Asociación Estadounidense para Productos de Mascotas (APPA), por sus siglas en inglés; reveló que al menos el 19% de propietarios de mascotas en Estados Unidos, adquirió algún accesorio de diseño como collares, lazos, ropa o joyas.
La empresa japonesa “Weizhi”, especializada en artículos de lujos para perros; sacó al mercado uno de los collares más costosos con un valor de 30.000 dólares. Es una pieza de plata, y su diseño incluye incrustaciones de circonio cúbico y enlaces de oro de 18 quilates.
Los costos de cuidar una mascota pueden ser bastante elevados. Licencias, clases de entrenamiento, veterinarios, esterilización y castración son algunos de los más frecuentes gastos; pero esto no parece impedir la compra de un artículo de lujo. Los collares para perros con originales cristales Swarovski, oscilan entre los 300 y 700 dólares y a juzgar por la oferta se venden con frenesí; la empresa lanza al mercado colecciones anuales para perros.
Pero también hay opciones más accesibles. Si cada vez que sale de su casa regresa con un juguete nuevo, algún cepillo o almohadilla para su perro; le encantará adquirir algún modelo de collar de cuero que incluso se consigue por 10 dólares. Igualmente, la joyería para perros domésticos ofrece piezas hechas a mano con telas, metales e incrustaciones de fantasía. El modelo más creativo y único, es la grabación con el nombre suyo o de la mascota.
Por otra parte, el vínculo con un animal parece tan fuerte que incluso personas se cercioran de tenerlos cerca después de su muerte. “Psyche Cremation Jewelry”, es una empresa estadounidense dedicada a la joyería de incineración; y desde el año 2014 amplió la gama de servicios para los dueños de mascotas.
La mezcla de las cenizas de los perros con silicato de boro, se transforman en burbujas de dióxido de carbono que quedan encerradas en un cristal; la obra se usa como colgantes, anillos y pulseras. “Los tamaños y el estampado que dibujan las burbujas no se puede controlar (…) lo que garantiza que jamás habrá dos piezas iguales, sino que cada una será única y especial”; comentó el fundador de la empresa, Mark Hamilton a EFE.
La convivencia con animales, supone beneficios sicológicos y sociales en el ser humano. Los estudios señalan que los dueños de perros son más felices, sufren menos estrés, depresión y enfermedades y tal como algunos reflejan el amor es mutuo; como siempre, una joya es la mejor manera de agradecer tanto afecto.
ALFA