Todas las mujeres sueñan con un embarazo feliz y que concluya con la llegada de un nuevo integrante de la familia. Sin embargo, durante esta etapa pueden aparecer complicaciones que ponen en riesgo la posibilidad de ser madres, entre ellas el embarazo ectópico.
También conocido como embarazo tubárico y extrauterino, el embarazo ectópico representa una complicación grave del embarazo que ocurre cuando el feto se forma fuera del útero y en su lugar lo hace en las trompas de Falopio. En estos casos, solo en 2% de los casos termina con el nacimiento de niños sanos, pero la mayor parte de la probabilidad, indica se producen pérdidas durante el primer trimestre de la gestación.
Los casos de embarazos ectópicos representan el 4,9 % de los embarazos en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus causan son ampliamente conocidas entre los miembros de la comunidad científica. El riesgo de este tipo de embarazos aumenta en:
Fumadoras: La nicotina incide sobre las vellosidades de las trompas de Falopio encargadas de llevar el óvulo fecundado hasta el útero, y es precisamente este impedimento el que causa el embarazo ectópico.
Mujeres mayores de 35 años: la incidencia de estos casos ocurre en mujeres de 35 a 44 años.
Pacientes con alguna inflamación o cicatriz producto de lesiones en los órganos femeninos: Las lesiones producto de enfermedades de transmisión sexual como clamidia y gonorreas no tratadas aumentan las probabilidades de embarazo ectópico.
Mujeres con endometriosis: esta es una patología de origen genético que sucede cuando el endometrio crece fuera de la matriz, afectado los órganos del sistema reproductor.
Embarazos ectópicos anteriores: aun cuando el embarazo ectópico es una condición grave para la salud, algunas mujeres lo descubren tarde, debido a que los síntomas generales son aquellos propios de una mujer embarazada, como nauseas, vómitos, cansancio y en algunas ocasiones dolor abdominal. Es por ello que la mejor forma de detectarlo es mediante un ultrasonido en las primeras semanas o mediante un examen de sangre, para determinar los niveles de gonadotropina coriónica (HCG); cuando la hormona no está elevada en una mujer embarazada, el especialista tiene motivos para sospechar de la existencia de un embarazo ectópico.
Cuando la embarazada no se somete a un diagnóstico para descartar esta u otras enfermedades, generalmente se entera de su condición cuando presencia sangrado y hemorragias intensas como consecuencia de la ruptura del trompa de Falopio. En este nivel, el embarazo ectópico es tratado con cirugías para extraer las células de desarrollo del feto y salvar la vida de la madre.
El tratamiento posterior a un embarazo ectópico puede resentir considerablemente el aparato reproductor—en algunos casos hasta se extraen las trompas de Falopio—por eso, solo una de cada tres mujeres tiene posibilidades de volver embarazarse. La probabilidad aumenta en aquellas que ya han tenido hijos.
Si bien es cierto que el embarazo ectópico no es una condición previsible, también es cierto que existen muchos factores de riesgo que se pueden controlar, como dejar de fumar y vigilar los métodos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
ALFA