Ya no importa si usted es flaca o gordita, cuando un cauchito se instala en alguna zona del cuerpo, es casi imposible que éste desaparezca. La adiposidad o grasa localizada ataca principalmente al vientre, a las caderas y piernas.

Si aunque haga ejercicios y dietas, esa molesta “masita” sigue allí, dañando la forma de su hermoso cuerpo; es aquí cuando debe recurrir a alternativas más fuertes, especialmente diseñadas para combatir ese terrible problema.

Lea más y entérese de los métodos más utilizados por los médicos y elimine de forma eficaz todos sus rollos.

Mesoterapia: Es uno de los métodos más usados para combatir la adiposidad, celulitis y flacidez del cuerpo. Proviene de Francia y consiste en la administración de inyecciones con pequeñas dosis de medicamentos en la zona a tratar.

Generalmente los productos utilizados son homeopáticos, aunque dependen de las necesidades de cada paciente, y se aplican en la primera capa de la dermis. Al aplicarlos, éste se concentra y luego se esparce por la zona progresivamente.

Para ver mejores resultados, se recomienda entre 5 y 10 sesiones.

grasa

Fosfatidilcolina Ultrasónica: Consiste en la filtración subcutánea de medicamentos inyectados directamente al tejido graso.

Al inyectar la zona adiposa, se producen orificios en la membrana celular del adiposito y posteriormente se destruye el tejido graso. Lo recomendable es realizar entre 8 y 10 sesiones, una vez por semana, hasta obtener el cuerpo que tanto desea.

Al igual que en los otros tratamientos de belleza, la ingesta de abundante agua y vegetales verdes es fundamental para eliminar la grasa.

Hidrolipoclasia Ultrasónica: Es una de las técnicas más nuevas para combatir el exceso de grasa. Consiste en la infiltración de solución salina en toda la zona a través de micro-inyecciones.

Posteriormente se usa el ultrasonido para romper las células adiposas mediante la acción de aspiración al vacío o cavitación. Luego se eliminan a través del sistema circulatorio o linfático, mediante la orina.

Ultracavitación: Es la aplicación de ultrasonido, generalmente de alta potencia, usado para provocar el estallido o destrucción de las células adiposas. De esta manera, se convierte la grasa localizada en estado líquido, lo que facilita su eliminación al orinar.

Es llamada también lipoescultura sin cirugía y puede ser realizada sola o combinada. Se recomiendan entre 8 y 16 sesiones, realizadas dos veces por semana o según lo indique el especialista.

Lipólisis Láser: Consiste en la aplicación de láser para destruir las células grasas localizadas en diferentes zonas del cuerpo. La acción del laser consiste en la generación de calor, que ayuda a explotar o desintegrar estas células, sin ocasionar daños en los tejidos cercanos. Una de las grandes ventajas es que quedan destruidas para siempre y estimula la formación de colágeno. El colágeno proporciona firmeza y elasticidad a la piel. Solo es necesaria una sesión.

Cualquiera de estos tratamientos es muy efectivo a la hora de eliminar las grasas localizadas, así que puede recurrir a ellas si nada más le ayuda a desaparecerla. Eso sí, recuerde que las grasas y azúcares refinados aumentan el problema, así que para obtener mejores resultados, suprímalos de su dieta.

ALFA