Desde el siglo I antes de Cristo, en el Antiguo Egipto ya se usaban los cosméticos y sombra para los ojos, por razones estéticas y práctica, además la pintura en los párpados los protegía de los rayos del sol, esta mezcla se preparaba con malaquita o carbonato de cobre que tienen un color verde veteado; la reina Cleopatra usaba una sombra azul hecha de lapislázuli molido en la parte superior de sus párpados y malaquita en los inferiores; en cejas y pestañas usaba sulfuro de plomo con grasa de carnero y los labios pintados con ocre rojo con los que también ruborizaba sus mejillas.
La reina Shub-Ad , 5000 años a.C, tenía en su sepulcro enseres de belleza y tablillas que señalaban antiguas fórmulas para hacer ungüentos y aceites; se conservan 49 tarros en el Departamento de Antigüedades Egipcias del Museo del Louvre los cuales han sido objeto de estudios exhaustivos.
El tinte de alheña embellecía las manos y como barniz de uñas se espesaba con cato, que se extrae de distintos árboles, entre ellos la acacia; con este mismo tinte los hombres teñían su cabello y barba es de hacer notar que hombres, mujeres o niños gozaban del privilegio del uso de los cosméticos siempre y cuando fueran de clase pudiente.
A través de todos estos siglos, se han realizado mezclas consideradas maravillosas y una gran mayoría han resultado altamente venenosas, sin embargo, al no tener conocimiento del daño que en su cuerpo generaban estos ingredientes, continuaban haciéndolo; hoy en día si conocemos los poderes letales del albayalde, la belladona, el minio y el mercurio.
Cleopatra dicen que se bañaba con leche de burra mezclada con miel, y para disimular esas patitas de gallo de los ojos, usaba una crema a base de pulpa de albaricoque; también Popea quien era una mujer muy amada por Nerón utilizaba este tipo de leche para su baño.
Por alguna extraña razón las cejas que se unían sobre la nariz se consideraban muy hermosas y ¿sabe cómo lo conseguían? con un compuesto de huevos de hormiga machacados con cadáveres de moscas; debió haber sido algún momento raro de la moda.
Las costumbres de la antiguedad eran realmente extrañas de muchas maneras, por ejemplo en la limpieza de los dientes se usaban orines y si eran de un español pues mucho mejor; la lanolina, usada hoy en la perfumería y la cosmética, era conocida por las damas romanas pues perfumaban la lana de las ovejas para evitar su olor original mientras una esclava llenaba su boca de perfumes que rociaba sobre el rostro y el cuerpo de la dama para la que servía.
En la tumba de importantes reyes y reinas del antiguo Egipto, se han conseguido al lado de los sarcófagos, bolsas de galena triturada, así como peines, cepillos, espejos, bastoncillos y cucharillas para untar los aceites, pinzas para depilar y horquillas para el pelo y muchas otras cosas que consideraran útiles para su belleza.
ALFA