Cuando de joyas se trata, la ambición y el dinero son los protagonistas. Comúnmente estas prendas son sumamente costosas por el material que se usa para su elaboración, razón por la cual son presa fuerte para los ladrones que se dedican al robo de las mismas.
Desafiando cualquier cantidad de guardias de seguridad, el siete de abril una banda integrada por cuatro hombres que llevaban la cara tapada por una bufanda, chaquetas, guantes, botas y gorra; se robaron miles de joyas que representan un valor de 300 millones de dólares.
Se las llevaron de una prestigiosa empresa de cajas de seguridad, la cual tiene 60 años de antigüedad ubicada en la calle Hatton Garden de Londres; siendo así el robo de joyas más grande de la historia en el ámbito mundial.
Hatton Garden, es una zona de edificios en Londres y el eje del negocio de joyas de la ciudad, es como la plataforma de promoción de esa área; realmente es el conjunto más grande y concentrado de minoristas de venta de joyería en el Reino Unido.
La historia dice que “la zona de Hatton Garden ha sido el epicentro del comercio de joyería de Londres desde la época medieval«. Actualmente, podemos apreciar su reputación internacional como el principal comercio de diamantes de Londres; verdaderamente es uno de los sitios de joyería más exclusivos, distintivos y populares del mundo.
¡Increíble! Un lugar con tanta seguridad asechado de esa manera, estamos hablando de joyas de oro, platino, plata, diamantes, perlas y piedras preciosas totalmente autenticas. Fue durante un fin de semana feriado cuando los maleantes taladraron la pared de la bóveda donde se encontraban estos bienes hurtados.
Los fiscales encargados del caso manifestaron que “los cuatro cabecillas y organizadores de esta conspiración, aunque ya son personas mayores, trajeron con ellos mucha experiencia en planeación y ejecución de un delito materialista, sofisticado y serio”.
Tanto fue así, que tardaron dos años exactamente proyectando este gran robo; compraron el mejor taladro del mundo a través de Internet, claro, la elección de esta herramienta era la pieza clave; pues tenían que hacer una enorme perforación en una pared de 50 centímetros (20pulgadas) de ancho para llegar a la bóveda en cuestión.
Los oficiales estaban sorprendidos del cuidado y preparación que tuvo está banda para organizar y ejecutar el robo. Los protagonistas de esta historia están tras las rejas, se trata de Carl Wood, de 58 años; William Lincoln, de 60; Jon Harbinson, de 42; y Hugh Doyle, de 48 años de edad. Están acusados de ser parte de la confabulación y de colaborar con planes y logística para el robo más grande de la historia.
La buena noticia de esta gran estafa es que gran parte de las joyas han sido recuperadas y llevadas a la corte, según informes policiales se ha conseguido un tercio de lo que fue hurtado ese fin de semana de pascua.
ALFA