En ocasiones los comentarios de terceros crean una conducta sugerida de cómo comportarse en la primera cita y mucho más si ese día, por casualidad o causalidad, se crea la condición para un segundo encuentro luego de darse el primer beso. Rechazar o aceptar esa circunstancia suele ser controversial pero hasta ahora nadie se ha marchitado por ello.

Por lo general discutir o platicar sobre religión, filosofía, política, ciencia, deportes e incluso entretenimiento, suelen ser controversiales por considerarlos tabú o muy delicados para ciertos sectores. Las relaciones interpersonales no escapan de ello y a menos que un grupo pueda tratar el tema desde una perspectiva común para compartir, se puede topar con personas que no ven con buenos ojos un acercamiento tan “indecoroso” en la primera cita.

En todo caso, los prejuicios juegan un factor contrario y ante la interrogante sobre qué sucedería si lo besa en la primera cita, podría obtener muchas respuestas. Sin embargo, solo dos serían viables o cercanas a la realidad. En primera instancia, el pretendiente se desilusiona y huye porque la creerá “demasiada fácil” o, segundo, sabe entender las circunstancias de nuestro tiempo en pleno siglo XXI y estará presto para la segunda cita.

Durante el primer encuentro, la incertidumbre revolotea en nuestro interior por interminables minutos mientras estamos en el restaurante, cafetería o bar con esa persona que nos atrae. A la vez, se cae en el juego de enviar las señales correctas de interés con la finalidad de ir sobre seguro a ese primer beso sin contar que quizá no lo haga correctamente.

Según un estudio realizado por la Universidad de Albright en Estados Unidos de América, el 59% de los hombres afirman no mantener una relación seria si el primer beso deja mucho que desear. Por esta razón, mientras más química exista entre usted y esa pareja ideal es de buen augurio para un segundo encuentro.

Debe recordar que ese beso debe ser una experiencia que valga la pena recordar y repetir. Entre las cosas que debe procurar es llevar consigo son caramelos de menta para tener el aliento fresco y agradable. No deje el beso para cuando se despida, sea espontánea y aproveche los descuidos para hacerlo.

Cuando lo haga debe tener presente que debe existir un intercambio delicado, intenso y apasionado para dejarlo fascinado. Sin temor acerque su cuerpo lentamente, coloque sus manos en el cuello o sobre su cabeza, muérdale delicadamente su labio inferior, unan sus rostros y jueguen al cíclope del capítulo siete de “Rayuela”; romántica novela de Julio Cortázar.

La primera cita lo define todo, de ella dependerá si saldrá con esa persona nuevamente o no. Por consiguiente, este encuentro de reconocimiento utilícelo para recabar la mayor información de su futura pareja o porque no, esposo. Todas las historias comienzan con una primera vez.    

 Está comprobado científicamente que besar apasionadamente provoca la liberación de adrenalina, aumenta el ritmo cardíaco, tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre. Deje al médico que le recete relajantes a su pareja y usted tan solo espere la llamada para esa segunda ocasión.

ALFA