El negro, ese color, que algunos dicen que no es un color, representa la ausencia de luz, la oscuridad, la noche, ese manto de protección que esconde todo, pero que a la vez puede llenarlos de incertidumbre y dolor. Pero, a través de la historia el negro ha sido utilizado por el hombre como protección, para expresar el duelo, pero al pasar de los años y con la evolución de las culturas y la moda, el negro se ha convertido en uno de los colores favoritos de millones de mujeres y hombres alrededor del mundo.
Se ha convertido así en un símbolo de elegancia y distinción, siendo uno de los colores favoritos a la hora de elegir un look o atuendo para asistir al trabajo o para presentarse en algún evento especial, no sólo por el hecho de que se puede lucir espléndidamente con las prendas y/o accesorios en negro, sino también por todos los beneficios que éste ofrece, desde causar el efecto de delgadez en el cuerpo hasta el hecho de que es combinable con casi todo, lo cual convierte a una pieza negra en un comodín para cualquier ocasión.
Si este fenómeno se analiza desde la psicología del color, debemos señalar que el negro de acuerdo a los planteamientos de muchos investigadores, se percibe como una protección que siente el portador del color, que ayuda a crear una barrera entre sí mismo y el mundo exterior, proveyendo a todo persona que lo lleve puesto una sensación de comodidad y protección.
Al mismo tiempo, este tono posee la facultad de representar muy bien el poder, la autoridad y el control; de allí que sea utilizado por la mayoría de las figuras de los sectores político, social y religioso, donde estos elementos son determinantes para inferir en los individuos cierto rango de jerarquía e importancia, que en muchos casos son mal utilizados al tratar de intimidar a los demás.
Pero, también se defiende la tesis de que las personas que exageran en el uso del negro, lo hacen para ocultar sus debilidades, vulnerabilidades e inseguridades, y para poder sentirse con mayor confianza, disimular el miedo y transmitir seguridad.
Es importante mencionar que esta simbología relacionada con el color negro está representada desde la existencia de las primeras civilizaciones, las cuales lo asociaban al miedo, porque el hombre primitivo del Neolítico le temía a la noche y a la oscuridad, relacionándose con la muerte, por lo que era un elemento indispensable en los ritos funerarios, sin embargo esto comenzó a disminuir con el descubrimiento del fuego.
Por otra parte, en la Biblia también se encuentra una visión negativa del color negro, cuando se relata como Cam, el hijo de Noé, fue maldecido por haberse acostado con su madre en estado de embriaguez, por lo que su piel se volvió negra por el castigo divino que recibió. Cabe destacar que, de Cam descienden pueblos como Canaán y Cus, que es la actual Etiopía, término que proviene del griego “aethiops” que significa “cara quemada”, haciendo referencia a la piel negra de los habitantes de ese país.
Si avanzamos en la historia y nos ubicamos en la España en el siglo XVI, nos encontramos con el primer imperio del mundo, conocido por haber logrado conquistas y esclavizar a muchos países, pero también por marcar tendencia en cuanto a la moda se refiere, cuando se acostumbraba a lucir joyas sobre ropas oscuras. Por otra parte, el negro dignificaba a la clase alta de la época, y en Inglaterra los puritanos protestantes convirtieron a este color en su uniforme.
Asimismo, en Europa y América durante más de 500 años, aquellas mujeres que enviudaban, se vestían de negro, usando en muchos casos sombreros y velos, durante la realización de los funerales y la etapa posterior de luto después de la muerte de su esposo. Posteriormente en el siglo XIX y siguiendo esta tradición, la Reina Victoria de Inglaterra adoptó el negro en sus prendas de vestir de manera permanente, debido al fallecimiento de su esposo, el Rey Alberto.
Aunque, en las épocas antiguas, se seguía la tradición de vestir de luto por dos años, o quizás más, en signo de respeto hacia la persona fallecida, esto ha sido una costumbre que hasta hoy día es seguida en muchos países en todas las clases sociales, sin embargo, en las últimas décadas ha venido decayendo, y se observa a las mujeres a llevar colores discretos que no necesariamente debe ser el negro.
Ya para el año 1884, el uso del color negro se extendía a diferentes sectores, pero aún era considerado como símbolo de poder, autoridad y respeto, por lo cual debía portarse en prendas que representaran todos estos valores; sin embargo, el famoso pintor John Singer revolucionó a la sociedad de la época al presentar su obra ‘Madame X’, en la que se mostraba a una mujer con un fabuloso vestido negro ceñido al cuerpo con gran escote, lo cual hizo ruborizar a muchos, siendo obligado a retirar el cuadro, lo cual desde entonces convirtió al negro por primera vez en un color inmoral.
Es así como, esa pequeña gran revolución social que John Singer provocó, quizás sin querer, sino con el objetivo de mostrar la belleza de la mujer, su elegancia y sensualidad, convirtió al color negro en una herramienta de seducción femenina, que la mujer ha sabido utilizar muy bien para resaltar sus cualidades y su sensualidad, pero no sólo eso, también su distinción y sobriedad, hay para todos los gustos.
Posteriormente llegó, la afamada Coco Chanel, quien fue detractora de la minifalda, pero no así del “negro”, lo tenía en cuenta en todas sus colecciones, dando prestancia y distinción a sus creaciones, las cuales dieron un sitial de honor a este color, al ser considerado como un símbolo por excelencia de la elegancia y sofisticación, representa la elegancia sin riesgo, segura, más fácil de obtener con prendas de este color.
Se le atribuye a la gran Coco Chanel, lograr que el negro fuese visto como un tono que simboliza la elegancia y la modernidad, en lugar de dejarle un uso exclusivo para los momentos de muerte, funerales y luto. Logró este objetivo gracias a la creación del icónico vestido negro conocido mundialmente como “Little Black Dress”; el cual hasta la fecha es sinónimo de elegancia atemporal, distinción, glamour, practicidad y sobretodo sensualidad y poder femenino.
Asimismo, los beatniks, grupo juvenil surgido a finales de los años 50 y comienzos de los 60, contrario a lo que representaba Coco Chanel y su Little Black Dress, utilizaron el negro para sus vestimentas y accesorios, para complementar su look rebelde que representaba su inconformidad con las reglas sociales, el puritanismo y lo convencional, empoderándose con una vestimenta basada enteramente en negro como clave de su contracultura y rebeldía.
En este contexto, podemos citar también que algunos directores y diseñadores de moda famosos, han tenido al negro dentro de sus preferencias a lo largo de su carrera, debido al poder, autoridad y disciplina que transmite, haciéndole un pilar fundamental para artistas e intelectuales que desean resaltar su trabajo. Por ejemplo, durante los años 60s, las bailarinas solían portar mallas y leotardos negras para expresar su arte, así como los pintores y músicos elegían suéteres cuellos de tortuga en negro, porque eran considerados “cool”, agradables, innovadores y no conformistas.
Es así como, se comenzó a usar el look “Total Black”, o todo negro, que actualmente tiene una presencia obligada en muchas partes del mundo, donde mujeres y hombres de todas las edades lo portan. Pero, es importante acotar que para mantener un estilo adecuado, no puede cometer el error de no mezclar diferentes texturas o tonalidades, así como no añadir algún elemento que resalte, como detalles de líneas, círculos, pequeños detalles en otro color, por ejemplo, en blanco o gris.
Por eso, el negro ha sido utilizado a través de las décadas para expresar sentimientos de poder y empoderamiento, y la mujer de hoy no escapa a esta tendencia, por lo que siempre este color se encuentra en sus atuendos, como una opción básica y fundamental para asistir a diferentes eventos de su vida cotidiana, como el trabajo por ejemplo. Hablando de eso, queremos acotar que si tienes una entrevista de trabajo y deseas combinar una prenda negra para lucir llamativa pero sobria y distinguida, debes usar los tonos azules, verdes, café y/o beige, que juntos transmiten tranquilidad, serenidad y elegancia.
Es tal la importancia del color negro en la industria de la moda y otros ámbitos como la psicología, que se han llegado a realizar muchas investigaciones para analizar su repercusión y significado. Por ejemplo, en Inglaterra una empresa dedicada a la fabricación de camisetas realizó un que tuvo como objetivo conocer el significado que los encuestados daban al color negro en sus vestimentas. De esta manera, se obtuvo que el 56% de los individuos encuestados, de los cuales el 48% eran mujeres y el 64% hombres, sostuvieron que el negro es un color que les da confianza.
Por otra parte, el 66% de las mujeres que participaron en el estudio, afirmaron que un hombre vestido de negro les genera mayor seguridad, mientras que el 46% de los hombres encuestados opinaron que las mujeres vestidas de negro les brindaban más seguridad.
Estos resultados permitieron a los investigadores llegar a la conclusión final de que “el negro es el color que más se asocia con la inteligencia, elegancia y poder”, haciéndolo atractivo e interesante para muchas personas, no sólo las que lo portan, sino para aquellos que se dedican a diseñar, confeccionar o fabricar en series prendas de vestir y accesorios, por lo cual es tomado muy en cuenta en la toma de decisiones a la hora de crear sus colecciones.
En consecuencia, tenemos un color, una historia, tendencias y formas de expresión, y definitivamente el color negro es uno, si no el más, que ha aportado innumerables elementos en la industria de la moda, haciendo que las personas que se visten de negro lo utilicen como una manera de autoexpresión, que transmiten quienes son y lo que quieren lograr, se hacen notar y son ellas mismas en todas las situaciones.
ALFA