Jueves, 28 de enero de 2016. En medio de la Segunda Guerra Mundial, en el Reino Unido; habían creado una fortaleza de defensa por la costa de “Suffolk”, la cual se ha convertido en el país más pequeño del mundo después de haber sido abandonado en el año 1950. Lo que pudiese ser una simple plataforma antigua para los ojos del observador común, en realidad es denominado el “Principado de Sealand”; ya que allí sus habitantes, son príncipes y princesas -Familia Real con su propio sello de correos- debido a su característica histórica.
Este pequeño y peculiar territorio de 550 metros cuadrados, no ha sido aceptado por ningún país como Estado Soberano; se encuentra sobre dos torres de hormigón, unidas por una plataforma de hierro ubicada a una distancia muy corta de “Felixtowe”, en aguas internacionales; sin que las leyes de ningún país puedan interferir con lo ocurrido en esas fronteras acuáticas. Fue en el año 1967, que los habitantes de “Sealand”, se han autoproclamado totalmente independientes de Gran Bretaña.
Esta pequeña localidad de 22 personas, se ha dedicado a producir su propia agua potable, pesca y langosta; pero están obligados a la importación de la mayoría de sus alimentos y otros productos en el Continente Europeo. Esta Nación tiene hasta su propia moneda, conocida como “Dólar de Sealand” e igualmente su equipo de futbol llamado los “Sealand All Star”.
Los lugareños se han ganado la vida todos estos años, gracias a la venta de recuerdos sobre el lugar, por medio de una tienda virtual; ofreciendo títulos de conde o condesa, señor y señora de Sealand. La creación de este pequeño país, tuvo sus comienzos en el mes de diciembre del año 1966, una vez que el exmayor de Infantería del Primer Batallón de Fusileros Reales, Roy Bates; se había hecho responsable de la fortaleza, que en aquel entonces se dio a conocer como “Fort Roughs”.
En la víspera navideña de ese mismo año, él se había encargado de “Fort Roughs” con su esposa Joan y sus dos hijos, Penélope y Michael; proclamándose en el mes de septiembre de 1967, “Príncipe de Sealand” y “Princesa Joan”. Bates tenía en esa época unos 46 años de edad, y se dedicaba a la pescadería; pero cayó en quiebra por las Leyes de Radiodifusión Británicas y por tal motivo inició la búsqueda de un lugar donde dichos mandatos no le afectaran, y estuviera a su propia jurisdicción.
Roy Bates falleció a la edad de 91 años en el mes de octubre de 2012, y la corona ha pasado a manos de su hijo Michael, quien tiene 64 años de edad. Hoy día, el “Príncipe Michael” ha manifestado que sus tierras ya han sido reconocidas por países como Alemania y Francia; declarando que los escoceses se pueden guiar por ellos, para luchar su independencia ante el Reino Unido.
ALFA