Hay quienes saltan de la cama al escuchar el despertador, otros son atrapados por sus sábanas; unos son adictos al sedentarismo y muchos a una vida activa. Cada individuo es diferente, es su organismo quien decide cuál es el momento indicado para iniciar una rutina de ejercicios. Aunque claro está que cuando están las ganas cualquier momento es perfecto, un motivo siempre es importante para empezar una rutina, solo necesitas un par de deportivos y listo.
Sin embargo, en el mundo de la ciencia y la medicina son varias las investigaciones que demuestran que los ejercicios en la mañana brindan mayores beneficios que realizarlos en horas nocturnas. Pero si usted es de los que les cuesta levantarse temprano o tiene otras obligaciones a primera hora, no tiene porque preocuparse, solo su cuerpo dirá el momento propicio para dedicarle tiempo a su salud y bienestar.
Antes de iniciar una rutina es recomendable tomar en cuenta ciertos factores, tales como la presión de la sangre, la temperatura corporal, el nivel de hormonas y la frecuencia cardiaca, pues, son estos elementos que influyen en la voluntad del cuerpo para hacer ejercicio. Es de suma importancia vigilar el ritmo cardiaco, ya que determina cuando una persona se siente en condiciones de caminar, trotar, correr, manejar bicicleta, asistir a un gimnasio o practicar deportes. Para aquellos que realizan entrenamiento suave, cualquier hora o día es ideal, no comprometen de ningún modo al cuerpo a riesgo alguno, siempre y cuando lo ejecuten de forma controlada y sin exigencias exageradas.
Pero, si lo que desea son impulsos para moverse, correr, saltar, verse y sentirse mejor; entonces apunte estos argumentos que seguramente si hace ejercicios por lo menos 30 minutos diarios, los resultados serán favorables. Es buen momento para empezar si quiere liberarse del estrés y la ansiedad, si desea aumentar la autoestima, mejorar la vida sexual, aumentar la calidad de vida, rejuvenecerse, ampliar su capacidad mental o simplemente cambiar su sentido del humor.
Realice sus ejercicios de manera que se sienta cómoda y una buena forma de saber si lo está haciendo bien es hablar con otra persona sin quedarse sin aliento. A este ritmo los músculos van a tener el tiempo necesario de relajarse entre cada repetición. Los especialistas sugieren entrenar antes de comer, sin embargo, puede probar algo una o dos horas antes; cumpliendo la regla perfecta para ejercitarse: ¡nada en el estómago, algo en el cuerpo!
Es fácil, sencillo y productivo realizar actividad física de forma regular y una alimentación adecuada; no hay alimentos malos ni buenos, solo dietas desbalanceadas. Aumente el consumo de frutas y verduras, hidrátese lo suficiente tomando de ocho a 10 vasos de líquidos al día. Las mujeres que no se ejercitan corren el riesgo a desarrollar tumores malignos en el sistema reproductivo y cáncer de mama, ¡así que ánimo!, en hora buena puede hacer ejercicio, no permita que los kilos de más se apoderen de usted, es el momento para decir: ¡adiós a la flojera!
ALFA