La moda de los años sesenta y setenta viene acompañada con una revolución social sin precedentes, donde hubo cambios de actitud que quizás se venían suscitando por algunas limitaciones que sentía la población joven con respecto al sexo y a las libertades personales que no poseían. Pero, con la llegada de las drogas a la vida de muchos jóvenes, apareció un fenómeno social que revolucionó los hábitos, actitudes, comportamientos, la música y la moda.
Aparece entonces la llamada “psicodelia”, la cual no se quedó no se quedó en los setenta, sino que hoy día llega a nosotros a través de la moda, de las ropas e incluso en las joyas, y hacen presencia en las pasarelas más famosas como las de Christian Dior, quien presenta los motivos psicodélicos a su manera, actualizados y con su toque personal.
Cabe señalar, que la psicodélica se convirtió en un movimiento artístico y cultural, el cual se proyectó de manera contundente en el mundo de la música y las artes visuales, además que influenció la moda y el comportamiento de los individuos como antes no se había visto, logrando una vigencia que se mantuvo desde 1965 hasta 1975, aunque actualmente sus ritmos y diseños son utilizados por muchos cantantes, bandas y diseñadores famosos alrededor del mundo.
Se sostiene que la psicodelia surgió en la década de los 60, dentro de la comunidad hippie de la ciudad de San Francisco, California, Estados Unidos, pero fue en 1967 cuando su auge llegó a la cima, con la celebración del Summer of Love (Verano de Amor). Desde ese año su presencia en la música, las artes y la moda fue impresionante, al punto de influir directamente en los estilos de vida de muchos jóvenes de esa época.
Por otra parte, debe destacarse que aunque este movimiento se inició en la ciudad de San Francisco, no pasó mucho tiempo para que arraigara en las mentes, corazones y en la cultura de todos los Estados Unidos, trascendiendo a otros continentes con una obvia connotación mundial, que se manifestó a través del arte y la moda, con la utilización de pinturas y/o diseños concretas o abstractas, donde predominaban las líneas curvas y los colores fosforescentes.
Pero, vamos a ahondar un poco más acerca del origen del arte psicodélico, término que se le atribuye al psicólogo británico Humphry Osmond y que significa «manifestando el alma»; también conocido como arte lisérgico, término éste que se refiere a la denominación química del LSD. De este modo, se puede comprender que este tipo de diseños se originó y se inspiró por la experiencia inducida a través del consumo de drogas alucinógenas como el LSD, el peyote u otras.
Sin embargo, como cosa curiosa y positiva que podemos rescatar de ese consumo de drogas tan fuertes como el LSD por parte de jóvenes que buscaban expresar sus sentimientos e ideas, se origina este arte psicodélico que invadió los entornos de la literatura, la música y las artes visuales, dando a conocer numerosos artistas y diseñadores que han tenido una trayectoria fabulosa y han dejado aportes significativos al mundo del arte en general.
De esta manera, la psicodelia lejos de representar solamente el consumo de drogas, que quizás fue el fenómeno social que dio paso a un gran movimiento artístico, representa una serie de esfuerzos y expresiones artísticas que han intentado proyectar el mundo interior de la psiquis, sin embargo, a nivel conceptual aún se considera a las expresiones «arte psicodélico» o «arte lisérgico» como el movimiento artístico de la contracultura de los años sesenta y setenta del siglo XX.
Como consecuencia de este movimiento psicodélico, que básicamente identifica a las artes visuales, se originó el auge de la música psicodélica, la cual tenía una influencia muy marcada en los jóvenes, considerándose que tanto la música como la moda se veían influenciadas mutuamente, y ambas a su vez incidían en los nuevos estilos de vida de muchos jóvenes de la época.
De este modo, a través de música pop y del rock, que fueron las más difundidas socialmente, se utilizaban los diseños psicodélicos para la presentación de portadas de discos, murales, cómics, fanzines o periódicos underground, posters de conciertos, y hasta shows de luces que proyectaban luces con colores y formas llamativas ante una multitud extasiada por el consumo de las drogas del momento.
Esta serie de espectáculos de luces, colores y formas introducían a los jóvenes en un mundo imaginario, donde a través de los patrones caleidoscópicos de las alucinaciones lisérgicas, se lograba que los espectadores realizaran sus propias interpretaciones que reflejaban sus ideales revolucionarios, a través de sus sentimientos políticos, sociales y espirituales, que se veían maximizados e inspirados por encontrarse en estados alterados de conciencia.
Si nos adentramos en el mundo de la moda, de las vestimentas y las joyas, tenemos que, en los diseños de este tipo de prendas se incluían motivos fosfénicos, término que se deriva de la observación de un fenómeno caracterizado por la sensación de ver manchas luminosas que está causado por la estimulación mecánica, eléctrica o magnética de la retina o corteza visual; además de otros fenómenos entópticos o estimulación visual. Esto por supuesto se ve estimulado por el consumo de drogas alucinógenas, de cuyo consumo se originó este famoso movimiento psicodélico.
En consecuencia, en los diseños psicodélicos se utiliza la transformación de los patrones y objetos, mayormente representados en collages, con una elevada profundidad estilización en los detalles, donde se incluían las pautas caleidoscópicas, fractales o la inspiración de diseños persas, caracterizados por la abundancia lineal y colorista, con formas espirales, circulares y radiales, en las que se hace uso de repeticiones, clonaciones y expansiones de esas formas, para que causen el efecto distorsionado de las mismas, que dan un movimiento que se rige por sus propias leyes, sin gravedad, libre y fantástico, con combinaciones de colores, que pueden llegar a ser armónicas o contrastadas.
Por su parte, el mundo de la joyería se llenó de color y formas circulares y con líneas curvas en el diseño de argollas, pendientes, cadenas o collares largos con motivos como el símbolo de la paz, pulseras y anillos en la misma línea, generalmente grandes y con muchos colores; lo cual debía estar a tono con el auge de industria de la moda, ámbitos en el cual se produjo un auténtico y arrollador cambio, al presentar ropa diferente, original, divertida y extravagante, dejando a un lado el glamour y el lujo de años anteriores.
Por otra parte, esta cultura pop marca se caracterizó por el uso de estampados y materiales como el plástico, sobre todo en los accesorios como las joyas con formas predominantemente geométricas, las grandes gafas y los cinturones anchos, además de la prenda que revolucionó al mundo, la famosa minifalda de Mary Quant, así como los maquillajes donde los ojos se delineaban líneas negras y gruesas; mientras el cabello se llevaba corto con cortes geométricos o largo con postizos combinando todos los colores.
En el ámbito musical, Jimmy Hendrix hacía rock psicodélico, y en sus presentaciones vestía con ropa hippie de colores muy llamativos, mientras los Beatles proyectaban una imagen totalmente psicodélica en el año 1967, cuando usaron para la fotografía de la portada de su álbum “Sargent Pepper”, trajes militares en azul eléctrico, rojo, rosa fucsia y verde, colores básicos en los diseños psicodélicos del momento.
Pero avanzando en las décadas, actualmente en plena era de Acuario, el diseñador Emilio Pucci llevó a sus pasarelas y la psicodelia a través del uso de las alucinaciones lisérgicas, resaltando la geometría óptica, las flores y los jeans, celebrando así los 50 años del surgimiento de este movimiento revolucionario en el ámbito artístico y social. Este diseñador, se hizo famoso en los años 50 dentro del difícil y exclusivo mundo del jet set de Capri, debido a su ropa informal que se caracterizaba por diseños que liberaban al cuerpo de ligaduras y se llenaban de estampados vibrantes, llenos de color y formas extravagantes.
Este afamado diseñador supo combinar la geometría, caleidoscopio, la cinética y el color, como crear imágenes al puro estilo del pop art, con diferentes motivos que evocaban el relax hippie de los años sesenta y sus ilusiones ópticas de la contracultura que revolucionaron estéticamente la moda.
Otro ejemplo de la vigencia de la moda psicodélica, es la colección de otoño de Miuccia Prada, quién utilizó en sus diseños formas geométricas diversas, como rombos y cuadrados fosforescentes, que le dieron una versión mucho más intelectual al típico movimiento psicodélico de los años sesenta y setenta, el cual se presentaba de una manera más fresca, extravagante, espontánea y natural; acompañados de joyas en diferentes formas que muestran el color en cada uno de los diseños y que resaltan la vestimenta.
Definitivamente, los años 60 dieron lugar a una auténtica revolución en muchos aspectos, como la música y la moda, pero sus efectos se observaron sobre todo a nivel social, con los cambios de mentalidad de los jóvenes que se mostraban desinhibidos, rebeldes y en contra de la cultura que se había impuesto hasta los momentos, dando origen a los famosos hippies, cuyo ícono representativo ha sido la psicodelia, marcando una época muy importante en la moda, tanto en las vestimentas como en la joyería, cuyas tendencias se impusieron hasta en el más recóndito lugar del planeta.
Es así como, se convirtió en uno de los movimientos más importantes en la historia en la industria de la moda, con fuertes influencias de la música y el arte, que tuvo como ideales fundamentales el amor y la paz, así como una férrea oposición a la guerra y a la violencia, con un hecho no muy positivo como la aparición y consumo de nuevas drogas que también ocasionaron sucesos lamentables, como muertes por sobredosis, asesinatos y conflictos sociales de todo tipo, sin embargo, el efecto de su consumo dejó un aporte significativo que hasta hoy día es recordado y vigente en el mundo de la moda y las artes.
ALFA