Las antiguas civilizaciones comúnmente envuelven un conjunto de tradiciones y culturas que definen quienes fueron en el pasado, además, realizan aportes importantes que se transmiten a través de los años y sirven a las civilizaciones actuales, enriqueciendo su historia e idiosincrasia, llevando de tal manera a ser quienes son hoy en día como sociedad. Gracias a su legado ancestral es que las civilizaciones poseen su identidad cultural.
Entre estas civilizaciones ancestrales, se encuentra la civilización Maya, su historia data desde hace más de 3 mil años, y abarcaba regiones que actualmente se conocen como Guatemala, Honduras, El Salvador y México; su cultura estaba enmarcada en la construcción de grandes templos religiosos y ciudades, la escritura jeroglífica y la medición de los astros.
Por otro lado, al igual que diferentes civilizaciones precolombinas mesoamericanas, la sociedad maya estaba organizada por una estratificación social, liderada por la nobleza, quienes eran los que tenían el poder y la autoridad política y religiosa; y para distinguirse del resto, utilizaban joyas adornadas con piedras, entre las cuales se destacó el jade.
El jade es un mineral que se presenta en diversos colores, éstos tenían diferentes significados de acuerdo a su color. El blanco era el resistente y el más puro; el verde uno de los más comunes, el cual representaba la naturaleza; el verde oscuro con vetas era para utilizado como amuletos de buena suerte; el negro era para ceremonias religiosa; el verde claro para la hechicería, medicina y esoterismo; y el verde brillante simbolizaba a la aristocracia, siendo éste último empleado en los ornamentos de los monarcas y jefes de la comunidad, como sello de distinción.
Para los mayas, esta piedra representaba fertilidad, y por la dureza de la misma, simbolizaba la inmortalidad, la eternidad, el cielo, y el aliento. Para ellos, el jade era sagrado y símbolo de veneración. Los representantes de la nobleza eran sepultados con máscaras realizadas con jade, con la finalidad de que su jerarquía fuera reconocida incluso después de la muerte. Una de las máscaras mortuorias más famosas es la de K’inich J’anaab Pakal o Pakal “El Grande”, un antiguo gobernante maya, que al morir fue llevado al sepulcro con todos sus ornamentos y joyas de jade.
Los mayas apreciaban tanto esta piedra, que cuando los conquistadores españoles llegaron y pidieron una ofrenda de sus mejores tesoros, ellos le entregaron unas piedras de jades, las cuales Hernán Cortés rechazó y desechó porque no apreciaba el valor de esta piedra, considerando que no valía nada porque él quería oro, y ahora el valor del jade solo es superado por el del diamante; además, esta piedra es muy escasa, sólo existen yacimientos naturales en Guatemala y Birmania, siendo catalogado el del país centroamericano como el mejor del mundo.
Es así, como las antiguas civilizaciones mayas, incorporaron la maravillosa piedra jade a su sociedad y tradiciones, la hicieron parte de su pasado cultural; representado con ella la inmortalidad y la eternidad, por lo cual transcendió por millones de años; y sigue siendo considerada la piedra sagrada de los mayas.
No conocía la importancia del jade, de hecho no pensé que una piedra pudiera haber sido tan relevante, me gustó toda la información, gracias.
Qué curioso como los españoles despreciaron la piedra jade y ahora es una piedra preciosa costosísima, es muy irónico
Muy interesante como la tradición del jade radica desde hace tantos años y aún mantiene la importancia que tuvo en aquel entonces.
Que interesante como los mayas empleaban el jade y la importancia que le daban a la piedra para su cultura.
Me gustó mucho el artículo, la cultura de maya es súper interesante, y el jade es una piedra muy hermosa.