La caricia, esa acción suave y delicada que se ejecuta deslizando nuestras manos, con la intención de lograr un contacto físico con las personas por las que sentimos empatía, o por la que estamos enamorados. Las caricias no solo se expresan con el sentido del tacto, usted puede acariciar con tan solo una simple mirada, con el sentir más profundo de su ser.
Usted puede transmitirla de forma condicional, que es la que va dirigida a los sentimientos, pensamientos y acciones, la incondicional, que es la que surge con el simple hecho de existir, pudiendo ser positivas o negativas.
Sentirse acariciado es tan importante y necesario, que las faltas de caricias positivas, si no se obtienen, las personas que no las reciben deciden recibir o buscar otros tipos de caricias. Por supuesto, éstas serán negativas para su crecimiento emocional, espiritual y psicológico. Acariciar es todo un arte, y si su contacto físico con las demás personas es gratificante, y si usted involucra su mente, cuerpo y corazón, logrará sentirse querida o querido, permitiéndose querer a los demás.
Las caricias sexuales con frecuencia se dan en las amistades sentimentales, estas aparecen de forma natural en los adolescentes, que regularmente no son propensos a dar discursos cargados con sentimientos a alguien que aprecian. La caricia es una acción, que usted realiza para comunicarse sentimentalmente, pero esta va más allá de un beso o un abrazo; lo cual no implica llegar al acto sexual.
La caricia no puede señalarse como maliciosa, de hecho, en el matrimonio constituyen una de las mejores experiencias que conducen a la relación íntima de las parejas. El verdadero problema de llegar a las caricias, es que tienen el firme propósito de prepararle para llegar a la relación sexual. Es por ello que cuando la ejercitas, prácticamente te encuentras más cerca del punto de inicio, sin poder dar riendas hacia atrás y olvidar lo que usted piensa.
La nueva generación de adolescentes suele decir y hacer cosas de inducción a las chicas, para que estas participen en las caricias, esbozando palabras como: eres la mujer más linda, si me amas permitirás que te toque, eres la única que me entiende… y esto es precisamente lo que las chicas quieren oír. Pero cabe la pregunta, ¿Por qué lo creen?, sencillamente porque necesitan con desesperación sentirse amadas.
La peor razón en la que caen muchas adolescentes, al aceptar las caricias, y participar en la relación sexual, es desear sentirse apreciadas, o peor aún, porque mi amiga también lo hace. No importa entrar en el débil juego de las caricias, lo que se debe entender es que hay mucho tiempo por delante, y este te dará las pautas para hacer lo que las personas adultas hacen.
El creador le ha brindado la capacidad de amar, de sentir y crecer; es natural que una pareja se quiera, pero el plan de Dios incluye límites.
ALFA