Conocido como la fuerza que ejerce un objeto sobre otros cuerpos de tipo ferroso, el magnetismo, además de verse usado en la industria, específicamente, en la fabricación de aparatos electrodomésticos y eléctricos, también ha tornado de gran utilidad para las manos creativas de orfebres de gran relevancia a nivel mundial.
Desde collares, hasta pendientes, y anillos, el magnetismo se posiciona como una materia prima, al poder disminuir el costo de elementos que logren la unión de las partes que conforman una joya. Sin alambres, sin ganchos, sin ningún tipo de atadura, solo la misma ejercida por el poder de atracción que ofrece para la joyería el magnetismo.
Postulada además como una joya que representa un bienestar para la persona que la usa, puesto que el magnetismo también ha logrado repuntar en la medicina alternativa, para solucionar diferentes padecimientos, conformándose toda una práctica mediante la magnetoterapia.
Descubierta por el doctor, Isaac Goiz Durán, quien la presenta como un tratamiento terapéutico dirigido al restablecimiento del equilibrio orgánico, con el uso de un par biomagnético, que consiste en dos imanes, uno negativo y otro positivo. Al ser colocados en ciertas áreas del cuerpo, logran deshacerse de bacterias, microorganismo, y virus, que han predispuesto el desequilibrio en el nivel de pH normal, derivando en diferentes enfermedades y trastornos de funcionalidad.
Un tratamiento efectivo y no invasivo, la magnetoterapia se difunda cada vez más en los pasillos de la medicina tradicional, puesto que se ha asociado su capacidad en la disminución de dolores en diferentes niveles, en la influencia de la regeneración celular, e inclusive en la facultad para llevar los iones de calcio hasta el sistema óseo, siendo complemento en la terapia de la osteoartritis.
Regresando al magnetismo en la joyería, las joyas en este estilo se encuentran de igual forma tanto para hombres como para mujeres, e incluso, sin importar la edad, lo que le hace fácil de elegir como regalo para un encuentro casual o una ocasión especial.
Puede parecer que las joyas magnéticas, como comúnmente se les conoce, solo aparenten ser una serie de objetos ferrosos unidos por su propia fuerza de atracción, pero el poderío de esta línea lo ha llevado también a unirse con otros materiales preciosos, como lo son las perlas, el acero inoxidable, e inclusive, la incrustación en plata esterlina, asegurando además que su uso no ocasione alguna reacción adversa, en el caso de que la persona presente alergia a la popular aleación magnética del níquel.
Conforme al magnetismo como propiamente joyería, esta tendencia también ha surgido a la demanda del mismo público, en la innovación de prendas decorativas y de lujo, que combinando el estatus de elegancia que aportan a la persona, al igual logren un mayor beneficio que justifique la inversión en la compra de la joya. Por lo tanto, el magnetismo en la joyería se postula como el ideal campo a tener en cuenta para dar ese aire de exclusividad, resguardando el propio estado de salud.
ALFA