Alrededor del mundo se han construido millones de lugares para la comodidad en la estadía de los turistas que visitan las grandes ciudades, por lo tanto, los arquitectos y diseñadores se han dado a la difícil tarea de ser innovadores en un mundo de extrema competitividad. Estocolmo es a menudo conocida por su belleza, sus edificios y arquitectura, su agua limpia y abierta, y sus numerosos parques, jardines y canales.

Por supuesto, el lado turístico se muestra como uno de los principales atractivos del país; recibe a visitantes durante todo el año, y para ello cuenta con una extensa variedad de hoteles a disposición de las personas que deseen alojarse, y sus diferentes opciones y estilos cubren los gustos y preferencias del público.

A todos les gusta visitar nuevos lugares que les sorprendan, probar cosas diferentes, y sobre todo, en temas de hotelería el buen servicio y un lugar con belleza sin igual.

Algunos de los hoteles más extraños alrededor del mundo son: el Montaña Mágica Lodge (Chile); Dog Bark Park Inn (Estados Unidos), un hotel en forma de perro; Hotel Arlanda-Jumbo Stay  (Suecia); Palacio de Sal, en Bolivia; Hotel Kakslauttanen (Finlandia); Das Park Hotel (Alemania); Free Spirit Spheres (Canadá); Harlingen Harbour Crane (Holanda) y Propeller Island City Lodge (Alemania); pero bien, ¿ha imaginado alguna vez estar en prisión?

Probablemente no, pero sin duda jugar a ser “prisionero por un día” puede ser una buena anécdota que añadir a su viaje. El hotel Långholmen, ubicado en la isla del mismo nombre en el centro de Estocolmo, Suecia, le permite vivir esta experiencia.

Una cárcel cerrada que data de 1975 que ha sido reformada para construir el hotel, es el escenario perfecto para aquel viajero que quiera sentir cómo es “vivir tras las rejas”. Eso sí, se trata de prisioneros/huespedes de lujo ya que el hotel ofrece cómodas camas, luminosas habitaciones con todas las facilidades y un restaurante (con desayuno incluido) que ofrece lo mejor de la cultura gastronómica sueca.

Además, proponen actividades, como la obligatoria visita al museo From Crime to Chains (del crimen a las cadenas) para sumergirse aún más, si cabe, en la “cultura carcelaria”. Las celdas (habitaciones) pueden ser individuales, matrimoniales o incluso se puede reservar para ir en familia.

El Långholmen es también albergue por lo que los más osados, podrían compartir su “celda”. La isla donde se encuentra el hotel, famosa por su entorno verde y natural, tiene también playas: la más cercana está a 100 metros del hotel.

Luego de haber leído esto, seguramente querrá vivir esta experiencia, donde transforman un lugar de soledad, desesperanza, odio, rabia, depresión, crimen y maldad, en el sitio de su mayor comodidad, y con el agregado de la metáfora Hotel-Prisión.

Viajar no siempre debe ser igual, sumarse a esta aventura junto a sus amistades puede resultar diferente y relajante, sin duda una gran experiencia que contará el resto de su vida. Prepárese a vivir nuevas experiencias, su viaje puede ser tan excéntrico como usted lo desee.

ALFA