Viernes, 18 de diciembre de 2015. Una de las historias más extrañas y melancólicas sobre deformidades humanas, es la de Edward Mordake; heredero de uno de los títulos nobiliarios de Inglaterra denominado “la cabeza diabólica”; pues tenía una cara adicional en la parte posterior de la cabeza.
Vivió en completo aislamiento, negando incluso la visita de los miembros de su propia familia y se suicidó a los 23 años de edad. Se sabe con bastante seguridad que era hijo de la condesa de Darlington en Inglaterra, y que su posición, unida a su condición física; le sumó el odio y desprecio de la comunidad.
Edward era un joven con conocimientos, un profundo estudioso y un músico de rara habilidad. Su figura era notable por su gracia y su cara. Tenía dos rostros, uno completamente sano; y otro en la parte posterior del cuello con la cara de una niña.
Hermosa como un sueño, horrible como un demonio; era el rostro femenino que ocupaba una pequeña porción de la parte posterior del cráneo y exhibía señales de inteligencia maligna, puesto que la había visto sonreír y burlarse mientras Mordake estaba llorando. Los ojos seguían los movimientos del espectador, y los labios farfullaban sin cesar e incluso él afirmaba que no podía descansar por la noche por los susurros de odio de su gemela diabólica, como él la llamaba.
Edward afirmaba que la imaginación de su gemela podía concebir tentaciones terribles, considerando que por alguna maldad sin perdón de sus antepasados estaba unido a este demonio. Rogaba a sus médicos y les suplicaba que aplastaran su apariencia humana, aunque implicara también su muerte. Finalmente, Edward Mordake se suicidó; dejando una carta en la que pidió ser destruida la cara del demonio antes de su entierro.
La historia de Edward Mordake se remonta al año 1895. Desde el punto de vista médico, sería lo que se conoce como craniopagus parasiticus, que sucede cuando una cabeza de un gemelo parásito con un cuerpo sin desarrollar se adjunta a la cabeza de un gemelo formado. La otra teoría es que tenía diprosopus, un trastorno que provoca la duplicación de partes de la cara en la cabeza. Es raro, pero hoy día acaece a algunas personas e incluso se tiene constancia en que igualmente ocurre en animales.
Recientemente, uno de los casos es el de Chang Tzu Ping; quien se hizo famoso en la década de 1980 después de viajar de un pueblo chino a los EE.UU para que su segunda cara fuera eliminada. Ping tenía una boca completa con los dientes, restos de cuero cabelludo y los ojos no desarrollados; así como las orejas y la nariz. La cirugía fue un éxito y Ping tiene una vida normal en su pueblo natal.
ALFA