El glaucoma es una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual. Por lo general, no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina. Sin el tratamiento apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera.

El glaucoma constituye la segunda causa de ceguera en el mundo, sólo después de las cataratas. Una enfermedad grave que produce un gran deterioro en la calidad de vida. Es muy importante el diagnóstico precoz: una revisión oftalmológica es la mejor manera de prevenirlo.

Esta enfermedad daña el nervio óptico del ojo. El nervio óptico se conecta a la retina y está formado por muchas fibras nerviosas, como un cable eléctrico que se compone de muchos cables. El nervio óptico envía señales desde la retina al cerebro, donde estas señales se interpretan como las imágenes que vemos.

Se desconocen las causas que producen esta enfermedad, aunque en ocasiones puede afectar a varios miembros de una familia. Por eso, si se tienen antecedentes familiares, es aconsejable acudir al oftalmólogo con regularidad. En cualquier caso, se recomienda una revisión por lo menos cada dos años, porque la detección del glaucoma resulta muy sencilla.

Uno de los principales desencadenante del glaucoma es la presión ocular alta, que no está necesariamente vinculada a la presión arterial. Se puede tener una presión estable y la ocular alta, por ello es necesario determinar con un oftalmólogo cuál es su presión en los ojos.

Cualquier persona puede desarrollar glaucoma, pero algunas personas corren más riesgo que otras. Estas personas incluyen: los afroamericanos mayores de 40 años, todas las personas mayores de 60 años, especialmente las que son de descendencia mexicana, las personas con familiares que han tenido glaucoma.

En la mayoría de las formas de glaucoma no se presentan síntomas hasta que la lesión del nervio óptico avanza y se desarrolla la pérdida del campo visual. Por tanto, en muchos casos, el paciente acude a consulta cuando un alto porcentaje de fibras nerviosas de la retina ya se han perdido y el defecto en el campo visual ya está avanzado e irreversible.

Dependiendo del tipo de glaucoma, se aplican distintos tratamientos. El tratamiento definitivo consiste en la utilización de láser, aunque si es crónico también requerirá la administración de fármacos tópicos

Ésta es una enfermedad que se desarrolla inicialmente de forma silenciosa y los síntomas aparecen cuando está avanzada, estos vestigios a su vez pueden confundirse con los de otra enfermedad, como migraña, ahí radica la importancia de acudir a un especialista y no automedicarse.

Los estudios han demostrado que la mejor manera de controlar la enfermedad es con la detección temprana y tratamiento antes de que cause perdida de la visión. Si usted está en uno de los grupos de alto riesgo, asegurase de que su oculista le haga un examen de los ojos con dilatación de pupilas cada dos años.

ALFA