El collar es uno de los símbolos más antiguos de la historia de la joyería. Representaba los poderes del mundo oculto y tenía estrecha relación con la Magia. Es por ello que todos los reyes o sacerdotes de la historia llevaban uno alrededor de su cuello, ya que además de ser un objeto ornamental era símbolo de poder o de estatus social.

Desde hace más de 4000 años fue pieza fundamental de la orfebrería egipcia, siendo los collares anchos los más típicos de Egipto y de la antigüedad. En Asiria los elaboraban con piedras preciosas, mientras que los griegos limitaron su uso a las mujeres.

Por su parte los romanos utilizaban collares de oro, con cuentas grandes, pedrerías y perlas que daban dos o tres vueltas. Solían incorporarles amuletos contra las enfermedades.

En el siglo XII, las mujeres provenzales pusieron de moda la gargantilla de tela ajustada al cuello al que se cocía un hijo de pequeñas perlas.

Años más tarde, en el siglo XV, fue tendencia lucir un collar sobre el escote, y no sobre el vestido, como en siglos anteriores. Fueron muy famosos los collares españoles elaborados en filigrana de oro con esmaltes.

Durante el siglo XVI la joyería femenina se centró en los trajes, los cuales eran bordados de pedrería, sin embargo los collares estuvieron presentes en esta época con piezas compuestas de eslabones intercambiables de diferentes tamaños. 

Para el siglo XVII se utilizaron collares de oro con incrustaciones de piedra preciosas, mientras que en la Edad Moderna, los collares que se usaban estaban confeccionados con esferas o bolas huecas que se encontraban caladas.

Hoy en día se utilizan collares por diferentes motivos y de infinidad de materiales. Pueden utilizarse de manera ornamental o para una ocasión especial. También vemos su utilización en algunas regiones como parte de la identidad cultural.

Muchos pueblos utilizan este objeto como un amuleto o escudo de protección, mientras que otras culturas lo utilizan para identificarse o para mostrar alguna creencia o pertenencia a una institución determinada. Es así como los católicos suelen usar una medalla de algún santo o virgen; mientras otros utilizan el collar con el dije del ying-yang que manifiesta la adhesión a una cultura específica que marca un modo de vida.

Si bien es cierto que actualmente se utiliza con frecuencia como un objeto decorativo, debemos seleccionar el más adecuado o el represente nuestra personalidad ya que, por la altura en el que va colocado, es una de las primeras cosas en que una persona se fija en primera instancia.

El encanto de los collares se origina por la antigüedad de los mismos, su significado y su evolución a través del tiempo, siempre presentes en el atuendo femenino para ornamentar y en ocasiones para simbolizar el estatus social.

En la actualidad, los collares son el complemento ideal para cualquier atuendo ya que pueden dar un toque de elegancia a prendas muy sencillas. Hoy en día se utilizan diversidad de collares, largos, cortos, de diversos materiales, con piedras preciosas o de bisutería, que sin lugar a dudas tienen su encanto.

ALFA