El maestro espiritual y filósofo George Gurdjieff, luego de pasar un largo tiempo estudiando las formas orientales para desarrollar la conciencia y la trascendencia del espíritu, creó su propia visión filosófica de la espiritualidad y del crecimiento interno, a través de lo que él llamó el Cuarto Camino o el Camino del Hombre.
La base principal de esta filosofía espiritual es que hay distintas maneras de alcanzar el autoconocimiento y la vía del espíritu, proponiendo que la divinidad existe en cada uno, sin necesidad de un templo, ni de un dios externo para ser adorado. Por lo tanto, este logro es posible a través de la introspección sin aislarse de la cotidianidad de la vida, no cediendo a las pasiones del cuerpo y viviendo el momento presente.
No obstante, esta filosofía, desarrollada a partir de 1941 por George Gurdjieff y sus discípulos Ouspensky y Boris Mouravieff, es también una doctrina psicológica y cosmológica que tiene como propósito alcanzar, entonces, la evolución de la consciencia y el desarrollo espiritual, a través de un trabajo o proceso interno de la personalidad, siendo útil para aquellos que están verdaderamente interesados en superar sus propias limitaciones.
Ahora bien, en cuanto al proceso interno de personalidad que se trabaja en el cuarto camino, el estudio de los eneagramas cumple un papel importante; como es sabido, el eneagrama es una poderosa y antigua herramienta, utilizada para la liberación personal, el entendimiento de la psiquis humana y el crecimiento espiritual.
Con esta herramienta que aparece por primera vez en la tradición Sufí en los siglos X y XI, se describen los nueve tipos de personalidades existentes y cómo se desenvuelven ante las diferentes circunstancias, ellas son: el perfeccionista, el ayudador, triunfador, melancólico, investigador, leal, entusiasta, líder y pacificador.
Asimismo, otro método que esta teoría aplica, son las danzas sagradas o los movimientos de Gurdjieff; éstas se practican de forma colectiva para llegar a un estado de trance que eleve la conciencia, que ayude en el despertar de esa vida inconsciente que mantiene dormido a la mayoría, sin capacidad de reflexión y que no permite la evolución interior de cada uno.
Por otro lado, el cuarto camino intenta ser más asequible al modo de vida actual sin renunciar a las necesidades del cuerpo, para conseguir el dominio de éste sobre el yo; de igual forma aparta el sufrimiento emocional para controlar las pasiones y emociones humanas. El camino del hombre busca el dominio de lo emocional y lo físico pero no tan radicalmente, ya que la renuncia del mundo es una opción y no algo fundamental, dando una forma más agradable de encontrar la conexión espiritual y la paz interior.
Finalmente, esta tendencia espiritual que busca el autoconocimiento, es un proceso individual y particular que da mucha importancia al entendimiento del universo, el contacto con él y al puesto que ocupa el ser humano, ya que si esto se tiene claro se tendrá un acercamiento a la verdad superior.
ALFA