Sin duda que el coral en la joyería, ha sido utilizado desde tiempos antiguos, debido a que se le han atribuido muchas propiedades, sobre todo relacionadas a la protección contra las malas vibraciones e influencias, así como para defenderse de los enemigos que existen en todos los ámbitos.
Durante la Edad Media, ya se utilizaba esta piedra de origen orgánico que está en el mar, formando arrecifes, bancos y atolones; y por lo general, se encuentra en colores como el blanco, rosa, rojo, negro y azul. Desde esa época, ya se usaba el coral en la joyería, con el objetivo de dar protección a quienes lo portaban.
Incluso Fernando I, Rey de Nápoles en el siglo XVIII, cargaba siempre consigo un amuleto hecho de coral, para protegerse del mal de ojos. De allí que, desde entonces comenzó a usarse el coral en la joyería, para fabricar prendas que además de servir de adornos, protegiesen a quienes las lucían.
Cuenta la historia, que el Rey Fernando I, sacaba su amuleto de coral, cuando sospechaba de algunas personas tenían malas intenciones, entonces se lo ponía en la cara, para que éstas no lo llegasen a afectar; ya que, según él, así podía anular la fuerza de la mirada de esas personas.
El coral en la joyería debe ser pulido, ya que los corales que no ha se trabajan, posee un color mate, que no es llamativo para la confección de joyas; y al someterse a un proceso de pulido intenso, adquieren un brillo muy bonito. De este modo, países como Italia, se ha dedicado a usar el coral en la joyería, razón por la procesa las tres cuartas partes de la producción mundial de corales; mientras que una cuarta parte es trabajada en Japón.
El coral en la joyería, puede presentarse en varios colores, pero el rojo oscuro es el más valorado; además del coral negro, que es muy utilizado para la confección de prendas. Asimismo, el coral llamado piel de ángel, es muy buscado en el mercado de piedras; porque posee tonos rosados suaves, muy hermosos, que lo hacen ser uno de los tipos de coral más demandados.
Por otra parte, el coral se encuentra de las siguientes formas, como la redonda; que hace ver un coral simétrico que rueda en línea recta; la semi redonda, que sin ser totalmente esférica, muestra formas redondeadas, la barroca, que muestra un coral irregular, y la semi barroca, que es la llamada pera, oval, gota o botón; que vienen a ser las formas que no cumplen con las descripciones anteriores.
El coral en la joyería, es utilizado sobre todo, para diseñar muchas de las grandes colecciones de marcas famosas, que en cada temporada lo trabajan para dar forma a prendas de todo tipo, como anillos, brazaletes, pulseras, pendientes y collares, donde se usan con frecuencia los corales rojos, negros y rosados; que dan gran luminosidad y belleza a cualquier atuendo; y que algunos diseñadores acompañan de figuras artísticas que se usan como charms.
La forma como se trabaja con el coral en la joyería, es tallando el tronco duro y calizo, que luego es sometido a un fuerte proceso de pulido, para luego proceder a un pulido más fino, cuando la pieza ya ha adquirido la forma que se desea. Por lo general, el coral bruto o ramas del coral, al momento de ser recolectado ya tiene un valor, el cual va a depender de la variedad, pero su valor aumenta en la medida que aumente la calidad del trabajo logrado en el taller de joyería.
Cabe señalar, que el coral fino que se utiliza para la creación de joyas, puede ser reconocido por la existencia de capas concéntricas observados mediante un corte transversal, y también por el fuerte olor a cuerno quemado que emite al someterse a altas temperaturas.
Debe considerarse también, que cuando se procesa el coral, gran cantidad de éste se pierde, debido al proceso de mecanizado, talla y pulido; que es un trabajo fuerte; que hace que se pierdan las tres cuartas partes (75 %), razones por las cuales el gramo de coral en la joyería adquiere más valor, inclusive que el oro.
El coral usado en la joyería puede presentar tamaños muy variados, debido a los procesos de tallado; y las prendas deben cuidarse y mantenerse muy bien, debido a que son muy delicadas, porosas y frágiles. Se recomienda aplicar baños ligeros de aceite de oliva o de almendras; añadiendo a tres cucharadas, una cucharada de esencia de trementina; sumergiendo las prendas en esta mezcla, y dejándolas en remojo toda la noche. Al siguiente día se escurren con cuidado, y se pasa un trozo de franela seco para sacarle brillo; lo cual debe hacerse con regularidad.
En resumen, el coral en la joyería ocupa un lugar importante; debido a que este mineral ciclosilicato, perteneciente a la familia de los cristalinos hexagonales, que contiene cromo y vanadio, con una dureza de 8, según la escala de Mohs, un índice de refracción entre 1,486-1,658 y un peso específico entre 2,65 y 2,990, posee propiedades físicas suficientes para elaborar prendas de calidad.
ALFA