El amor y el desapego son dos elementos que pudiesen parecer contrarios, pero nada más lejos de la realidad, porque realmente si el amor es verdadero, debemos desapegarnos del ser amado si las circunstancias nos obligan. Esto puede resultar chocante o inaceptable para muchos, pero el desapego es una forma de demostrar que realmente se ama; como bien dice un proverbio que reza “Si amas a alguien déjalo ir, si es tuyo volverá a ti, si no vuelve, nunca lo fue”.
Aunque en este punto debemos aclarar que jamás podemos considerar que las personas son nuestras, que son nuestra propiedad, sino que llegan a nuestras vidas para compartir vivencias y aprender juntos. De esta manera, si en un determinado momento, nuestra pareja, un hijo, nuestra madre, o cualquier ser amado, deben pasar de plano por alguna razón o circunstancia; debemos asumir el hecho con desapego. Esto por supuesto, no significa que no nos importa, que no nos sentiremos tristes o que lo debemos olvidar; sino que debemos asumir una actitud positiva que nos permita sentirnos satisfechos y tranquilos.
Cuando el amor es verdadero, se convierte el sentimiento y el valor más puro que existe, y nos lleva a aceptar situaciones en pro de las personas involucradas, y allí es donde el desapego se hace presente, ya que éste comienza con la aceptación como principal elemento para sentir ese desapego que nos aleja del malestar, del sufrimiento y de la desdicha.
Amar con desapego es ser libre, ya que la libertad es un valor que va más allá del plano netamente físico, implica sobre todo la evolución de nuestras mentes, de nuestras emociones y de nuestro espíritu; por lo que al amar con desapego estamos mostrándonos como seres libres, y demostrándonos a nosotros mismos y a los demás que podemos amar sin egoísmo, sin ataduras; y cuando eso sucede, el universo muchas veces propicia los encuentros y las relaciones profundas y verdaderas en nuestras vidas, manteniéndonos cerca de esos seres que amamos con entrega y pasión.
Pero, si en ciertas circunstancias, por ejemplo, una muerte física, nos toca la puerta de nuestros corazones, debemos aceptarla, primeramente, con el desapego necesario para que ese ser amado pase de plano y evolucione, para que nuestra evolución sea más rápida y para que los que nos rodean puedan encontrar en nosotros a ese guía, ese ejemplo de vida, que los ayudará a superar los momentos difíciles en los que la tristeza nos agobia. Por supuesto, que habrá un período de duelo que todos debemos cumplir, pero que no debe prolongarse demasiado, ya que estaríamos estancándonos en nuestra evolución espiritual.
El amor y el desapego por lo tanto, son unos amigos inseparables, y esto no implica que en toda circunstancia deba existir separación, sino que debemos estar preparados para enfrentarnos a situaciones de ruptura, de partidas de seres queridos, de circunstancias imprevistas y la mayoría de las veces difíciles. Pero, si el amor es verdadero, al actuar con desapego, se está generando vibraciones energéticas significativas que nos conducen a la evolución del espíritu, lo cual nos convierte en seres más armoniosos, comunicativos y generosos.
Si se ama a alguien verdaderamente, siempre se le desea lo mejor, así no vaya a estar a nuestro lado, eso es desapego, y básicamente se traduce en actitud positiva, aceptación y energías fluidas ante una situación que originalmente pareciera negativa para nosotros; pero que en realidad es una oportunidad de crecer personal y espiritualmente.
En este sentido, el desapego forma parte de la evolución espiritual, y acá voy a hacer mención al gran escritor Deepak Chopra, quien en su libro “Las siete leyes espirituales del éxito”, el cual les recomiendo ampliamente, hace mención al desapego como parte del proceso de evolución espiritual que todos debemos emprender.
Allí el autor recomienda tener la firme intención de lograr las cosas, pero dejando a un lado el apego a los resultados, lo cual aplicaría a lo que vengo explicándoles con respecto al amor y el desapego, ya que tenemos la firme intención de amar sin condición, pero no podemos apegarnos a los resultados que una relación pueda proveer.
La intención acá juega un papel determinante, ya que sin ella no podríamos lograr nada de lo que nos propongamos, pero debemos dejar fluir las cosas, para que se den con mayor facilidad, por lo que no debemos atarnos a los resultados que deseamos, no engancharnos y obsesionarnos, porque esta situación solamente aleja esos resultados que tanto deseamos.
Por ello, les recomiendo centrarse en ese amor, propiciar las condiciones necesarias para que ese sentimiento sea el vehículo del bienestar de las partes involucradas, pero alejen el apego obsesivo de sus relaciones bien sea de pareja, familiares o de amistad, para que éstas fluyan de manera positiva y puedan disfrutar sanamente, propiciando la convivencia y la evolución espiritual de todos.
Considerando la importancia del tema, así como los cuestionamientos que con frecuencia se hacen en relación al amor y el desapego, vamos a citarles algunas frases de personajes famosos, en las cuales nos invitan a ser libres, amar con libertad, dejando ser a las demás personas, y siendo nosotros mismos, para que de esta manera el estado de bienestar sea para todos, dando ese sentimiento tan hermoso como lo es “el amor”, aprendiendo de cada experiencia, y que las emociones de cada quien, sólo desprendan energías positivas y aprendamos a vivir libres, sin ataduras, sin conflictos, sin desamor.
Estas frases que hemos querido presentarles les permitirán cuestionar algunas de las creencias que generalmente tenemos del amor y del desapego, que nos trae un sentimiento de culpa, sufrimiento, angustia y hasta depresión, pero que si lo sabemos internalizar los hará tener una óptica distinta sobre las relaciones humanas. A continuación, vamos a enunciarles estas frases célebres que han dejado a la humanidad famosos filósofos, escritores y psicólogos, a lo largo de la historia.
Buda: «El origen del sufrimiento es el apego, que crea la ilusión del ego.» Este famoso personaje del budismo, nos invita a minimizar el ego y liberarnos de las ataduras mentales que alimentan el ego y nos hace sufrir, apegándonos a las personas y las cosas materiales.
Carl Rogers: «Las personas son tan hermosas como las puestas de sol, si se les permite que lo sean”. Si decidimos controlar a las personas que amamos y no las dejamos ser, causamos sufrimiento y pesar a ellas y a nosotras mismas. Por algo el psicólogo humanista Carl Rogers expresaba que “amamos a esas personas que nos quieren desde su libre albedrío”.
Juvenal: afirmaba que: «Si no cortas tus ataduras durante la vida, ¿qué esperanza de liberación tendrás durante la muerte?». Añadía que tiene mucho más sentido cuestionar las ataduras y volar libres, que quedarse atados a un sentimiento que no deja espacios para la libertad y el amor verdadero, llenándonos de confusión, un sentimiento de soledad, tristeza y angustia, que se aparta del estado de bienestar que el amor debe proveer.
William Shakespeare: «En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que queremos ser.» Esta frase nos invita a ser auténticos, a amarnos a nosotros mismos sobre todas las cosas, y a no sumergirnos en una lucha constante por lo que queremos ser o aparentar, sin aceptarnos a nosotros mismos.
Matthieu Ricard: «Si miramos el objeto de nuestro apego con una simplicidad nueva, comprenderemos que no es ese objeto lo que nos hace sufrir, sino el modo en que nos aferramos a él.» Esta frase expresa claramente que el problema está en nosotros mismos, no en las personas y/o objetos que decimos amar, el error está en la manera como amamos, y por lo general lo hacemos con apego, creando situaciones conflictivas que emanan energías negativas a nuestro alrededor que no nos permiten ser felices y tener bienestar.
Jorge Bucay: «Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta.»
Las palabras del escritor argentino Jorge Bucay, expresan fielmente lo que no debemos hacer con el apego, porque si nos quedamos con ese sentimiento negativo, nos enrumbaremos hacia la infelicidad, por lo que hagamos caso a Bucay, cuando dice: “Liberar nuestras ataduras mentales es el primer paso hacia la felicidad plena”.
Sergio Sinay: «Cuando el apego no tiene más razón que el hábito y no aparecen propósitos que den sentido y trascendencia, es el momento de soltar.» Esta frase nos invita a soltar las relaciones, personas y objetos que ya no tienen un propósito trascendental en nuestras vidas, porque de lo contrario, viviremos en un estado de dependencia, tristeza y angustia, que nos aleja del verdadero sentido del amor, de la felicidad y del bienestar.
Claudio Naranjo: «El desapego es la capacidad de hacernos nada para llegar a ser personas enteras.» De acuerdo a esta frase el desapego nos encamina a vivir sentimientos verdaderos, pero sin ese nivel de dependencia que nos aturde y nos hace infelices, si las personas, relaciones y objetos, no funcionan de acuerdo a nuestros parámetros y controles. Por lo tanto, debemos construir vínculos de calidad, apartando la dependencia y por ende el apego, así podemos optar a relaciones duraderas, positivas, estables y felices.
Finalmente, tenemos una de las frases del famoso escritor Deepak Chopra; quien expresa que: «Para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. No renunciamos a la intención de cumplir el deseo, renunciamos al interés por el resultado.». Esta es una frase hermosa y práctica, que nos invita a vivir la vida y disfrutarla, teniendo firmes intenciones, pero sin apegarnos a los resultados, es decir, disfrutar el proceso, alcancemos o no los objetivos trazados.
ALFA