Bloquear las energías negativas, alejar los malos augurios, desechar los pensamientos adversos, librar de las acciones malintencionadas, brindar seguridad y valentía, son cualidades que convierten al ágata fuego en el perfecto escudo protector contra las adversidades y la negatividad.

El ágata fuego pertenece a la familia de los cuarzos, es una piedra que presenta esa majestuosidad de tonos que van desde el amarillo, anaranjado y rojo e incluso algunos llegan a tener destellos verdosos que le dan esa apariencia de llama encendida en su interior, de ahí su nombre que hace énfasis en sus interesantes características. Esta encantadora gema se encuentra en México y Estados Unidos.

Esta piedra es considerada en el mundo espiritual una  gema esencial debido a que estimula el coraje, desentrañando los miedos existentes en las profundidades del ser; además, es un canalizador de las energías negativas desechando todo lo malo que se manifieste y siendo capaz de tener el poder de devolver las malas intenciones.

Igualmente esta piedra tiene la virtud astral de activar los centros de energía que se encuentran apaciguados o desalineados, cumpliendo de esta manera una función potenciadora de la energía, revitalizando el aura y evitando que esta se disipe del cuerpo o se bloquee.

De igual manera, el ágata fuego activa los centros de energía del cuerpo, inyectando  fuerza a las personas y ayudando a que se deshagan de aquellas situaciones que no les permiten avanzar y destruyen, como lo son  las adicciones. Además, es útil para la meditación fortaleciendo la vida espiritual vinculándose armónicamente con el universo.

En cuanto a las emociones, este maravilloso cristal estimula la seguridad en sí mismos,  provocando mayor coraje para salir adelante y demostrar su potencial, atrayendo así el bienestar mental y la felicidad. También conquista el amor y al estar vinculado con los centros de energía el ágata fuego estimula la sexualidad favoreciendo las relaciones de pareja.

Entre sus propiedades curativas a nivel físico destaca su poder para aliviar desordenes en los sistemas digestivo, linfático, nervioso y endocrino. Asimismo, está vinculada con el mejoramiento de las habilidades visuales, ayuda a disminuir las temperaturas corporales y aliviar el cansancio.

El ágata fuego estimula la lectoescritura y expresión oral, y al ser un cristal caracterizado por liberar los temores, propicia el buen desenvolvimiento en las comunicaciones y a hablar en público, consiguiendo así mayor satisfacción y superación personal.

Astrológicamente, esta mágica piedra tiene afinidad con los signos Aries, Cáncer y Leo. Estos elementos del zodiaco tienen una vibración especial con el ágata fuego, debido a que son enérgicos, aguerridos y llenos de valor.

El ágata fuego, al estar tan vinculado con la Tierra y el elemento fuego, tiene ese gran poder para inyectar de valor y vitalidad a las personas, protegerlos contra el mal, alejar de sus vidas los vicios, darle confianza, apartar los temores; lo que la convierte en una gema valiosa de innumerables cualidades curativas, sanadoras y protectoras, brindándole a quien la porta la seguridad necesaria para afrontar el día a día con paso firme.

ALFA

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