Yoga significa “unión”, y se refiere a la relación que forja el individuo con su entorno universal mediante ejercicios que le ayudarán a canalizar su energía positiva, y así sentirse bien consigo mismo. Aunque muchas ideologías catalogan al Yoga como una alternativa religiosa, lo cierto es que también puede ser usada sólo como ejercicio para aumentar la flexibilidad, tonificar la musculatura y mejorar el sistema inmunológico. Así que no importa que religión profese, el yoga también es para usted.
A continuación le enseñaremos algunas posturas básicas que puede practicar:
Postura de la vaca: Colóquese boca abajo, e incorpórese lentamente sobre sus manos y rodillas hasta que quede en posición de “mesa”. Mientras, inhale, arquee la columna vertebral hacia dentro con la cabeza mirando hacia arriba. Mantenga esa posición por unos segundos y luego exhale y arquee la columna hacia fuera, llevando la barbilla al pecho. Esta posición relaja la tensión de la espalda y ayuda a mantener flexible el fluido de la columna vertebral.
Postura del cachorro: En posición de “mesa”, inhale y deslice las palmas de las manos hacia adelante y estire los tobillos y los dedos de los pies. La espalda debe formar una ligera curva que baja desde el abdomen hacia el suelo. Al exhalar, baje las caderas y nalgas hacia los tobillos para que los muslos y pantorrillas formen un ángulo de 45º. La cabeza desciende y toca el piso; relaje el cuello. Esta posición estira la columna vertebral y los hombros y favorece la digestión.
Postura del camello: De rodillas, presionando los glúteos, coloque las palmas de las manos en la espalda, en el área de los riñones con los dedos señalando el cielo. Luego lleve las caderas hacia delante y la cabeza hacia atrás. Por último, coloque las manos en los talones y empuje las caderas hacia delante. Ésta posición ajusta los órganos reproductivos, beneficia el sistema digestivo, estira el estomago y elimina el dolor de espalda, lumbago, cabeza y cuello.
Postura sobre los hombros: Boca arriba, inhale y suba las piernas juntas y bien estiradas, hasta que la espalda quede casi vertical. Sujete la espalda con ambas manos y con los codos apoyados en el suelo, para mayor comodidad; manténgase en esa posición el mayor tiempo posible. Realizando ésta postura mejorará su circulación sanguínea, prevendrá varices y hemorroides, combatirá el asma y rejuvenecerá el cuerpo entero. Es ideal para levantar el ánimo y tonificar el sistema nervioso.
Postura del arado: Partiendo de la postura sobre los hombros lleve las piernas, juntas y estiradas hacia atrás, lenta y controladamente, hasta llegar al suelo o lo más cerca que pueda. Luego, si puede mantener la postura sin sostenerse la espalda con las manos, lleve los brazos hacia el suelo, y relájese. Ésta postura restablece y conserva la flexibilidad de la columna vertebral, combate el estreñimiento y fortalece los músculos de la espalda y los alarga.
Esta técnica le ayudará a adelgazar de forma saludable, relajarse y mejorar su postura, entre otros muchos beneficios, así que no lo dude más y decídase a realizar estos ejercicios ¡Ya verá que notará la diferencia desde el primer día!
ALFA