Desde siempre, los hechos y lugares descritos en las sagradas escrituras bíblicas han sido objeto de investigación, para comprobar su veracidad o para dejarlos en entredicho. De hecho, uno de los misterios que aún ronda en la mente de los estudiosos de las escrituras corresponde a la ubicación del bendecido y prolifero Edén.
Para los menos conocedores de los relatos bíblicos, el Edén fue el paraíso que Dios regaló a Adran y Eva, el primer hombre y la primera mujer en la Tierra, pero también fue el lugar de su primer castigo contra los hombres. Dios autorizó a la pareja a comer todos los frutos del jardín con excepción de la manzana, el fruto del bien y el mal; al desobedecer, ambos fueron expulsados del espléndido lugar.
La pista desde la que nacen todas las investigaciones que se han dedicado a demostrar la ubicación geográfica de este lugar en la actualidad, también se halla en la biblia, específicamente en el libro de Génesis: “salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; este es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel. Y el cuarto río es el Éufrates.
Aunque el Éufrates es la referencia principal que ubica el Edén en el Medio Oriente, y se asume que el Hidekel es el Tigris, de los otros dos que menciona la biblia, los científicos no han podido establecer una relación comprobable con los ríos que existen en la actualidad. Durante muchos siglos, los estudiosos e investigadores han querido dar una ubicación exacta al lugar, que como también se afirma en la Biblia, desapareció, muchos años después de la expulsión de Adán y Eva, gracias a un catastrófico diluvio.
La resolución de los misterios sobre la ubicación del Edén en nuestros días ha enfrentado a la comunidad científica. Para el profesor y arqueólogo de la Universidad Estatal de Missouri en Estados Unidos, Juris Zarins, el río Pisón que menciona la biblia podría estar en Arabia Saudita, mientras que el Gihón podría estar en Irán, con lo cual queda claro que el Edén estuvo en una zona del Golfo Pérsico que hoy se encuentra inundada.
Sin embargo, la teoría de Zarins ha sido cuestionada por el investigador de la Universidad de Oklahoma, John D. Morris, quien ha señalado que sí bien los cuatro ríos que menciona Zarinz estarían cercanos, no fluyen en una fuente como señala la biblia y los depósitos minerales no podrían haber generado la riqueza vegetal descrita en el libro bíblico.
Ante los intentos fallidos por demostrar la ubicación exacta del lugar, la mayoría de las explicaciones han generado conclusiones generalizadas sobre la ubicación del Edén, suponiendo que está bajo el Mar de un lugar cercano a Irán.
ALFA