Dolor en rodillas: El dolor de rodilla es una queja frecuente que afecta a personas de todas las edades. Puede ser resultado de una lesión, como una ruptura de ligamento o un desgarro de cartílago. Algunas afecciones médicas, como la artritis, la gota y las infecciones, también pueden provocar dolor de rodilla.
Muchos tipos de dolores de rodilla leves responden bien a las medidas de cuidado personal. La fisioterapia y las rodilleras también pueden ayudar a aliviar el dolor. Sin embargo, en algunos casos, tu rodilla puede necesitar una reparación quirúrgica.
Dolor en rodillas: Síntomas
La ubicación e intensidad del dolor de rodilla puede variar según la causa del problema. Los signos y síntomas que a veces acompañan el dolor de rodilla son:
- Inflamación y rigidez
- Enrojecimiento y temperatura al tacto
- Debilidad o inestabilidad
- Sonidos de chasquidos o crujidos
- Incapacidad de enderezar completamente la rodilla
Dolor en rodillas: Cuándo consultar al médico
Comunícate con tu médico si te ocurre lo siguiente:
- No puedes soportar peso en la rodilla o sientes como si la rodilla estuviese inestable o por salirse.
- Tienes una marcada hinchazón en la rodilla.
- No puedes extender o flexionar completamente la rodilla.
- Ves una deformidad evidente en la pierna o la rodilla.
- Tienes fiebre, además de enrojecimiento, dolor e hinchazón en la rodilla.
- Tienes dolor fuerte en la rodilla que se relaciona con una lesión.
Dolor en rodillas: Causas
El dolor de rodilla puede deberse a lesiones, problemas mecánicos y algunos tipos de artritis, entre otros problemas.
Una lesión en la rodilla puede afectar a cualquiera de los ligamentos, tendones o sacos llenos de líquido (bolsas sinoviales) que rodean la articulación de la rodilla, así como a los huesos, cartílagos y ligamentos que forman la articulación en sí. Algunas de las lesiones de rodilla más frecuentes son las siguientes:
Lesión del ligamento cruzado anterior. La lesión del ligamento cruzado anterior es el desgarro de ese ligamento, que es uno de los cuatro ligamentos que conectan la tibia con el fémur. La lesión del ligamento cruzado anterior es particularmente frecuente en las personas que juegan al básquetbol, al fútbol o a otros deportes que requieren cambios repentinos de dirección.
Fracturas. Los huesos de la rodilla, incluso la rótula (patela) se pueden fracturar durante una caída o una colisión automovilística. Además, las personas cuyos huesos se han debilitado por la osteoporosis pueden, a veces, sufrir una fractura de rodilla simplemente por pisar mal.
Desgarro de menisco. El menisco es un cartílago gomoso y duro que actúa como amortiguador entre la tibia y el fémur. Si giras la rodilla en forma repentina mientras cargas peso sobre ella, puedes desgarrarte el menisco.
Bursitis de la rodilla. Algunas lesiones de rodilla producen inflamación en las bolsas sinoviales, que son los pequeños sacos de líquido que amortiguan la parte exterior de la articulación de la rodilla y permiten que los tendones y los ligamentos se deslicen suavemente sobre la articulación.
Tendinitis rotuliana. La tendinitis produce irritación e inflamación en uno o más tendones, que son los tejidos densos y fibrosos que unen los músculos a los huesos. Esta inflamación puede ocurrir cuando hay una lesión en el tendón rotuliano, que se extiende desde la rótula (patela) hasta la tibia y te permite patear, correr y saltar. Quienes corren, practican esquí, hacen ciclismo o deportes y actividades que implican saltar pueden padecer tendinitis rotuliana.
Dolor en rodillas: Problemas mecánicos
Algunos ejemplos de problemas mecánicos que pueden provocar dolor de rodilla son los siguientes:
Cuerpo suelto. A veces, una lesión en el hueso o en el cartílago, o la degeneración de estos, puede causar que se desprenda un fragmento de hueso o de cartílago y que quede alojado en el espacio de la articulación. Esto puede no generar problemas, a menos que el cuerpo suelto interfiera en el movimiento de la articulación de la rodilla, lo que produce un efecto similar a cuando queda atravesado un lápiz en la bisagra de una puerta.
Síndrome de la banda iliotibial. Esto ocurre cuando la banda de tejido resistente que se extiende desde la parte externa de la cadera hasta la parte externa de la rodilla (banda iliotibial) se vuelve tensa y roza con la parte externa del fémur. Los corredores de fondo y los ciclistas están especialmente expuestos a sufrir el síndrome de la banda iliotibial.
Dislocación de rótula. Esto ocurre cuando el hueso triangular que cubre el frente de la rodilla (rótula) se desliza fuera de su lugar, por lo general, hacia afuera de la rodilla. En algunos casos, la rótula puede permanecer dislocada, y se puede ver la dislocación.
Dolor de cadera o de pie. Si sufres dolor de cadera o de pie, puedes modificar tu forma de caminar para sentir menos dolor en la articulación. Sin embargo, alterar la forma de caminar puede provocar más tensión sobre la articulación de la rodilla y dolor en la rodilla.
A continuación encontrará algunas causas de dolor de rodilla:
Dolor en rodillas: AFECCIONES MÉDICAS:
Artritis – – Incluyendo artritis reumatoidea, osteoartritis, lupus y gota
Quiste de Baker — Una hinchazón llena de líquido localizada detrás de la rodilla que puede ocurrir con hinchazón (inflamación) por otras causas, como artritis
- Cánceres que pueden diseminarse a sus huesos o comenzar en estos
- Enfermedad de Osgood-Schlatter
- Infección en los huesos alrededor de la rodilla
- Infección en la articulación de la rodilla
LESIONES Y USO EXCESIVO
Bursitis — Inflamación a causa de presión repetitiva sobre la rodilla, como arrodillarse por períodos prolongados, sobrecarga o lesión
Tendinitis — Inflamación del tendón con el cambio de actividades puede estar relacionada con el uso excesivo o el tejido desacondicionado
Dislocación de la rótula
Fractura de la rótula u otros huesos
Síndrome de la banda iliotibial — Una lesión de la banda gruesa que va desde la cadera hasta la parte exterior de la rodilla
Síndrome patelofemoral — Dolor en la parte frontal de la rodilla alrededor de la rótula
Ruptura de ligamentos — Una lesión al ligamento cruzado anterior (LCA) o al ligamento colateral medio (LCM) que puede provocar sangrado en la rodilla, hinchazón o inestabilidad en la rodilla
Desgarro del cartílago (una ruptura de meniscos) — Dolor que se siente en la parte interior o exterior de la articulación de la rodilla
Distensión muscular o esguinces — Lesiones menores en los ligamentos causados por torceduras súbitas o no naturales
Cuidados en el hogar
Las causas simples del dolor de rodilla frecuentemente se alivian por sí mismas cuando usted toma medidas para aliviar los síntomas. Si el dolor de rodilla es provocado por un accidente o una lesión, debe contactar a su proveedor de atención médica.
Si su dolor de rodilla acaba de comenzar y no es grave, usted puede:
Descansar y evitar actividades que causan el dolor. Evite poner peso en la rodilla.
Aplicar hielo. Primero cada hora durante 15 minutos. Después del primer día, aplíquelo al menos 4 veces por día. Cúbrase la rodilla con una toalla antes de aplicar hielo. No se quede dormido mientras aplica el hielo. Puede dejarlo allí demasiado tiempo y sufrir una quemadura por frío.
Mantenga la rodilla elevada en la medida de lo posible para reducir la hinchazón.
Use un vendaje elástico o mangas elásticas, las cuales se pueden comprar en la mayoría de las farmacias. Esto puede reducir la hinchazón y brindar apoyo.
Tome ibuprofeno (Motrin) o naproxeno (Aleve) para dolor e hinchazón. El paracetamol o acetaminofén (Tylenol) puede ayudar a aliviar el dolor, pero no la hinchazón. Hable con su proveedor antes de tomar estos medicamentos si tiene problemas de salud, o si los ha tomado por más de un día o dos.
Duerma con una almohada por debajo o entre las rodillas.