Así como existen enfermedades cuyos síntomas se sienten y notan desde el primer día, hay otras que no se perciben tan fácilmente; como es el caso de la diabetes tipo 2. La diabetes es un padecimiento que afecta la manera en la cual nuestro organismo absorbe la glucosa, contenida en los distintos alimentos que consumimos a diario.

Cuando se tiene diabetes tipo 2, el cuerpo puede no estar produciendo suficiente insulina o no logra utilizarla adecuadamente. Los factores que propician esta condición no se conocen con seguridad, pero hay ciertos rasgos característicos entre los individuos ya diagnosticados, que permiten hacer ciertas generalizaciones.

Esta enfermedad es hereditaria, es decir, que si tenemos familiares diabéticos, se deben aumentar los cuidados al organismo, porque al tener antecedentes familiares, aumenta la probabilidad de desarrollarla a mediano o largo plazo. La obesidad, es sin duda el rasgo más frecuente entre las personas con diabetes; es por eso que se debe cuidar mucho la salud del cuerpo, mejorar la alimentación y realizar actividades físicas diariamente. Este trastorno se diagnostica mayormente en adultos, sin embargo, los jóvenes mayores de 10 años, también son vulnerables a esta enfermedad, debido al exceso de hormonas que se originan durante el desarrollo.

De los tres tipos de diabetes que existen, la tipo 2 es la más silenciosa. A pesar de presentar síntomas similares entre sí, ésta tarda más en desarrollarlos, meses o incluso años; y éstos son casi imperceptibles, por ende, los expertos tardan más en dar su veredicto al respecto.

El orinar mucho es uno de los síntomas más frecuentes, lo cual ocurre cuando el organismo desea disminuir los altos niveles de azúcares, que no han podido ser procesados por el cuerpo; en compensación de esta falta de líquido, buscamos la ingesta constante del mismo. El agotamiento frecuente, también es un factor característico de personas con diabetes tipo 2.

Ciertamente no es fácil asociar estas reacciones fisiológicas con los síntomas de alguna enfermedad, menos con una tan mortal como lo es la “diabetes tipo 2”; pero si tenemos sobrepeso y nuestra vida gira en torno al sedentarismo, será mejor tener cuidado con nuestra salud.

Este padecimiento no tiene cura, pero se puede controlar. Se debe tener una dieta balaceada, que contenga carbohidratos como la pasta y la papa, además de disminuir las grasas y sales; los alimentos se deben ingerir en pequeñas cantidades; realizar algún deporte o actividad que mantenga en constante movimiento al cuerpo, nos ayudará con el problema de peso y la regulación de los niveles de glucosa en la sangre; también debemos descartar el cigarrillo de nuestros hábitos, pues fumar aumentará la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

El cuerpo nos da señales para indicar que algo no marcha bien, pero a menudo no las sabemos reconocer; ¡debemos tener cuidado!

Así como la diabetes tipo dos, hay una amplia lista de enfermedades silenciosas, que aparecen sin previo aviso, ¡debemos cuidarnos! Mantengamos una vida saludable, activa y sin estrés, esto nos ayudará a disminuir los riesgos de padecer estas enfermedades. ¡Cuídese y blíndese de estas patologías!

ALFA

5 comentarios de “DIABETES, UNA ENFERMEDAD SILENCIOSA

  1. Carlos Infante dice:

    Excelente artículo, desconocía que existían tres tipos de diabetes y que los jóvenes en crecimiento también son vulnerables a padecerla.

  2. César Estrada dice:

    Yo tengo diabetes ya hace dos años atrás, y la verdad no les recomiendo padecer de esta enfermedad. El sedentarismo es el peor enemigo del cuerpo.

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