Considerada como la Fiesta Nacional de Holanda, el Día del Rey goza de un gran colorido como ninguna otra celebración en el mundo; ya que en esta festividad cada rincón del País se adorna con el color naranja en honor al apellido de la familia real “Orange”, que también se hace presente en las prendas y accesorios de millones de personas; quienes llenan las calles de todas las ciudades holandesas para celebrar el día del nacimiento del rey Willem Alexander.
Conocido en neerlandés como “Koningsdag”, el primer Día del Rey se celebró el 27 de abril de 2014; pero lo cierto es que esta fiesta naranja fue llamada durante décadas “Koninginnedag” o Día de la Reina, iniciando con la primera celebración el 31 de agosto de 1885 en honor al cumpleaños de la reina Wilhermina. Sin embargo, cuando fue entronizada su hija, la princesa Juliana el 04 de noviembre de 1948, el Día de la Reina pasó a celebrarse el 30 de abril coincidiendo con su cumpleaños.
No obstante, con la llegada al trono de la reina Beatrix el 30 de abril de 1980, se pensaba que cambiaría nuevamente el día de celebración; pero debido a que su cumpleaños era el 31 de enero y en esa fecha el invierno imperante impide la celebración en exteriores; la reina optó por conservar la festividad en honor a su madre, fecha que se mantuvo hasta la coronación del rey Willem.
Además de su historia, el Día del Rey es conocido por la multitud de actividades que se realizan en diferentes partes del País; incluyendo distintos espectáculos como bailes, eventos deportivos, desfiles, carreras de bicicletas, conciertos y actos folklóricos, entre otros. Pero hay tres de ellas que destacan del resto, donde se congrega el mayor número de personas:
Los mercados callejeros o “vrijmarkt”: es una de las principales actividades de este día, ya que no existen restricciones para la venta ambulante de cualquier tipo de objetos usados, bebidas de todo tipo, bocadillos y cualquier cosa que se pueda vender; encontrándose los más grandes en la Haya y Utrech.
La fiesta del agua: las canales de varias ciudades, especialmente Ámsterdam se llenan de barcos abundantemente decorados; llevando a bordo mucha gente que festeja bailando y cantando, mientras recorren la ciudad.
Las fiestas nocturnas: estas inician en la víspera del Día del Rey con decenas de conciertos multitudinarios extiéndase por todos los clubes, discotecas y bares de las principales ciudades; a los cuales no podemos asistir sin probar una copa de “oranjebitter”, una bebida tradicional hecha con licor de color naranja.
Por todo esto y más, esta es una fecha que no hay que perderse; así que márquela en su agenda y atrévase a vivir la experiencia naranja, por lo que le recomendamos visitar Ámsterdam, al ser uno de los lugares donde más se disfruta de esta festividad.
ALFA