El Dharma  son las acciones correctas que debemos realizar, es decir, una ley que debemos cumplir haciendo siempre el bien. Se puede definir también como una especie de creencia, practicada en casi todas las religiones indias, pero, con pequeñas diferencias en cada una de estas. Esta ley divina nos protegerá de todo aquello que quiera hacernos daño. Cada uno de nosotros poseemos un sinfín de cualidades que podemos ofrecer al mundo; tomando en cuenta que dar a otros nos bendice automáticamente, llenando de felicidad nuestro espíritu, sin importar la religión a la que otros pertenezcan.

Muchas veces olvidamos todo aquello que podemos dar a las personas que lo necesitan, y no nos referimos nada más a lo material. Cuando un familiar, amigo o conocido pide nuestra ayuda y no somos capaces de darla aunque podamos, estamos cerrándole las puertas; y esto indiscutiblemente, cierra cualquier posibilidad en que nosotros también podamos recibir algún tipo de bendición.

El Dharma es un tipo de escuela que nos enseñará cómo mejorar nuestra calidad de vida, solo las personas que practican esta ley saben que es cierto. Todo esto, no solo nos hará avanzar a nivel material, sino también en nuestro crecimiento espiritual. Las enseñanzas de Buda con respecto al ‘‘Dharma’’ nos indican que esta ley nos permitirá encontrar la felicidad, aun en los peores momentos.

Aunque en nuestro exterior todo se encuentre en profunda tranquilidad, esta no podrá ser vista si dentro de nosotros la paz no habita, pero, cuando esta vive dentro de nosotros, podremos emanarla hacia el exterior. Para poner en práctica esta creencia y que forme parte de su vida, es necesario incluir la meditación en su cotidianidad. Debe convencerse a sí mismo que esta es la única manera de encontrar la felicidad absoluta y evitar todo aquello que pueda causarle dolor, además de esto, usted podrá aligerar los problemas y beneficiar a las personas que se encuentren a su alrededor. Usted posee todo lo necesario para poner en práctica la creencia ‘‘Dharmica’’ en su vida, pero, si existe algún tipo de dudas, quizás sea mejor que lo deje para más adelante.

En ocasiones, la pereza también nos hace pensar que es mejor dejar esta práctica para un futuro, siendo simplemente una actitud autocomplaciente para poder excusarnos. Sin embargo, para alejar este tipo de conductas es importante eliminar estos pensamientos de nuestra mente, repitiendo oraciones como: ‘‘si puedo convertir el “Dharma” en parte de mi vida’’, esto con el fin de generar motivación en nuestras reflexiones.

El fin de esta práctica es que aprovechemos al máximo nuestra existencia en el mundo. Aunque esta ley no sea fácil de respetar o seguir, será clave para poder encontrar aquella felicidad que jamás hallaremos en lo material ni en ningún

ALFA