Hablar de los destinos turísticos más espirituales del mundo, significa adentrarnos en un sistema de creencias donde Dios es el principal objetivo, que nos lleva a buscar el significado de la vida, de nuestros orígenes, tratando de responder las preguntas que todo ser humano se hace, ¿de dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos?
Ese Dios que recibe varios nombres, según la religión que cada quien profese, pero que al final es el mismo, ese ente divino que nos dio la vida, y que nos trajo a este mundo, a cumplir una misión, que nos hace tener creencias basadas en la fe, y que nos hace buscar los caminos espirituales.
Por estas razones, vamos a describirles en este artículo los destinos turísticos más espirituales del mundo, a lo cuales asisten millones de turistas cada año, renovando su fe en las creencias espirituales, donde se sienten en paz, llenos de esperanza y devoción hacia esas manifestaciones de fe en ese Dios que les provee todo, que los lleva por el camino correcto.
Primeramente, tenemos a Jerusalén, destino turístico que atrae anualmente a millones de turistas, y que es catalogado como uno los lugares espirituales del mundo por su significado y sus manifestaciones divinas. Por tanto, Jerusalén es de las ciudades con mayor espiritualidad según los entendidos en la materia, además de ser una de las más antiguas del mundo, donde se sentaron las bases y fundamentos de las tres religiones más importantes a nivel mundial, como son el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.
Jerusalén es llamada la “Ciudad Santa”, y se encuentra localizada entre el mar Mediterráneo y el mar Muerto; y a pesar de que durante miles de años se ha enfrentado a una serie de conflictos armados que han traído muerte y desolación a sus habitantes, sin embargo, conserva esa dosis de espiritualidad emanada en su gran cantidad de templos de las diferentes religiones con su propio Dios, que al final es el mismo Dios de todos.
A pesar de esta serie de conflictos a través de la historia de la humanidad, esta ciudad santa, ha sabido conservar y mantener sus costumbres religiosas y espirituales, con espacios hermosos que logran brindar a los turistas esa tranquilidad y espiritualidad que buscan en su estadía, razón por la cual es considerada uno de los destinos turísticos más espirituales del mundo.
En esta bella y mundialmente conocida ciudad, no se debe dejar de visitar el Muro de las Lamentaciones, el Domo de la Roca musulmán y el monte de los Olivos, lugares espirituales emblemáticos que permiten vivir una experiencia mágica.
Otro de los destinos espirituales que año tras año ha acogido millones de visitantes, es la ciudad del Vaticano en Italia, por la cual transitan personas que buscan respuestas espirituales, otras que llevan en sus mochilas todo un conjunto de creencias cristianas basadas en la existencia de su Dios que todo lo puede, ese ser omnipotente que es el pilar fundamental de su religión, y que se encuentra en cada lugar, cada templo, santuario, en cada montaña o paisaje alrededor del mundo, manifestándose con presencias divinas y espirituales que el ser humano valora y defiende con devoción.
Cabe aclarar que el Vaticano es considerado oficialmente como un Estado, y aunque se encuentre dentro de la geografía de Italia, es catalogado como el país más pequeño del mundo, y donde se concentran todos los poderes de la iglesia católica, siendo así el punto central de esta religión; en donde se encuentra localizada el mayor templo, donde se concentran millones de personas en la famosa plaza y la basílica de San Pedro; además de que en sus alrededores existen gran cantidad de museos con obras de arte históricas y con altas dosis de espiritualidad.
Siguiendo nuestro recorrido, nos encontramos con Bodh Gaya en la India, un destino turístico hermoso, lleno de paz y tranquilidad, que transmite lo más hermoso del mundo espiritual, en donde los turistas de todo el mundo depositan su fe, y oran ante los magníficos templos, que son santuarios donde se rinde homenaje a Buda, y que resalta la importancia de creencias religiosas firmes, que a su vez sustentan su sistema de valores.
Bodh Gaya se encuentra localizada al noreste de la India, y es considerada como un sinónimo de espiritualidad por excelencia, debido a que es el lugar donde se cree que el líder espiritual “Buda”, logró alcanzar su iluminación, en pleno siglo V antes de Cristo, época en que era conocido como el Príncipe Siddharta; quien dentro de sus principios filosóficos defendía la tesis de que “todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”, creencia que guarda mucha relación con los planteamientos psicológicos actuales.
En este destino turístico tan espiritual, los turistas pueden asistir a las diversas celebraciones que se llevan a cabo, inclusive incorporarse a las peregrinaciones que allí se realizan, así como a las decenas de templos que se han convertido en sitios emblemáticos para el budismo.
Asimismo, la religión budista ha encontrado en otras regiones su asidero, como por ejemplo, el Monasterio “Pedreguer”, ubicado entre las ciudades de Valencia y Alicante en España, el cual se encuentra localizado en lo alto de una colina, con una vista hermosa hacia el mar Mediterráneo, el cual se encuentra abierto para cualquier persona, indistintamente de su religión o del Dios que representen, en donde las personas pueden practicar la meditación budista y acceder a su mundo de espiritualidad elevada.
Otro destino turístico de alta espiritualidad es “La Meca” en Arabia Saudita, lugar que para los musulmanes es como el Vaticano para los cristianos. Sin embargo, aquellas personas que no profesen la religión del islam, no pueden ingresar a este templo sagrado para los islámicos.
En La Meca, que es el lugar de nacimiento del profeta Muhammad, los seguidores del islam pueden realizar el Hajj o peregrinaje, el cual es considerado uno de los rituales espirituales que deben cumplir los fieles al menos una vez en la vida. Asimismo, los islamitas que visitan el lugar deben dar vueltas alrededor de una gran caja, que se encuentra cubierta con una tela negra llamada Kaaba.
Si nos trasladamos a Inglaterra, podemos visitar a “Stonehenge”, que son las famosas estructuras verticales cuya existencia se considera muy misteriosa, ya que data del siglo XX antes de Cristo, y no se ha encontrado explicación a los motivos y la forma como fueron esculpidas; considerándose a su vez como un lugar con mucha espiritualidad, considerando que hace miles ya se tomaba en cuenta los equinoccios de verano e invierno y la alineación de planetas.
Si nos vamos hasta Japón, en la isla de Honshu nos encontramos con otro lugar de alta espiritualidad, como lo es el “Monte Fuji”, montaña de origen volcánico que fue bautizada con ese nombre, en honor al Dios del Fuego. Se trata de un monte misterioso que no sólo atrae la atención de los budistas, sino también de los alpinistas, porque sus casi 3.800 metros de altura ofrece a los amantes de la escalada, la opción perfecta para practicar este deporte y llenarse de espiritualidad pura, en un sitio sagrado desde la antigüedad, pero que sólo a fines del siglo XIX fue que se permitió a las mujeres llegar a la cima.
También en la India se encuentra el Rishikesh, ciudad considerada como la Disneylandia del Yoga, ubicada al norte de este país, muy cerca del Himalaya, considerada como sagrada desde la antigüedad, donde los hindús van en peregrinación y realizan muchos cursos de yoga para locales y visitantes, siendo el más popular es el TTC (Teacher Training Course), cuya duración es de 200 horas, y a través del cual se instruye a la persona en temas relacionados con anatomía, filosofía, meditación, respiración y posturas.
Otro centro espiritual por excelencia lo encontramos en Mazunte, México, considerado como un centro de “Retiro de Silencio”. Se trata de un pueblo muy espiritual, en el cual se organizan paquetes que ofrecen a los visitantes la posibilidad de permanecer 10 días sin hablar en una selva hermosa con un ambiente muy espiritual. A este retiro se le llama “Vipassana”, y lo ofrecen en muchos centros y monasterios budistas en todo el mundo, sin ningún costo, pero con muchas exigencias.
En China tenemos los Montes Wudang, al noreste de Hubei, donde existen más de 70 picos, a cuya cumbre principal se le llama “Pilar del Cielo”, donde existe una naturaleza exuberante que emana paz y espiritualidad, así como edificios antiguos de una belleza impresionante que proyecta fácilmente a una vida pasada. En estas edificaciones nacieron las primeras técnicas marciales relacionadas con el taoísmo, como el “Tai Chi Chuan” y el “Pa Kua” de manos pies; practicados por los monjes.
Además, en estos montes se encuentran localizados muchos templos con una gran belleza, que combinan el paisaje con estos santuarios donde se adora a “Tao”, lo cual impregna de mucha espiritualidad a este maravilloso sitio, que brinda al turista la oportunidad de adentrarse en un mundo misterioso y espiritual, para así encontrarse a sí mismo y relajarse al máximo.
Cabe destacar que, a pesar de que muchos turistas no pertenecen a la religión budista, buscan como destino turístico, países o regiones en donde se encuentren este tipo de templos o santuarios, típicos de esa religión y/o cultura, debido a que sienten la curiosidad de conocer lugares espirituales, donde las creencias y costumbres son la base de la actividad turística, y que corresponden al turismo cultural, histórico y/o religioso, o que simplemente reúne estos tres elementos básicos para esos turistas amantes de este tipo de experiencias, sin que exclusivamente sean devotos de una religión específica.
Lo mismo sucede con aquellos destinos turísticos en donde las creencias católicas o cristianas son la base de la actividad turística, ya que los visitan turistas de otras religiones en la búsqueda incesante de información y experiencias espirituales nuevas, a través de visitas a templos, santuarios, caminos, grutas, etcétera, en donde haya acontecido algún evento espiritual trascendental para el mundo y la religión, y que haya sido la base de las creencias, no importa de qué religión se trate, sólo que está implícita la presencia de Dios.
ALFA