A través de las máscaras mayas se representaba cada Dios, preservando su imagen para la eternidad, las personas que las usaban adquirían sus atributos y su personalidad, también se utilizaban para conservar el rostro de sus gobernantes, los mayas diseñaron máscaras de jade que eran colocadas sobre el rostro del monarca como ajuar funerario con la intención de que al ser recibido por los Dioses fuera reconocido; a continuación lo invitamos a conocer algunas máscaras mayas descubiertas y su significado.
La Máscara de Calakmul, una máscara mortuoria que fue hallada en el estado de Campeche, México, en los años 80 en la Tumba I de la Estructura VII de la zona arqueológica de Calakmul, en una serie de exposiciones llamadas “Una pieza, una cultura”, la directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Teresa Franco expresó, “ese rostro de jade es en realidad el crisol de una cultura. Cada uno de los elementos de la máscara guarda su propio significado y, al mismo tiempo, se relacionan entre sí, son parte de una suma compleja”.
La curadora, Pilar Cuairán, indicó que la composición principal de las máscaras funerarias es de jade, una piedra asociada al agua, relacionada con el cielo y el mar, elementos principales de la creación, como símbolo de aliento vital, fertilidad y renacimiento, su diseño fue muy complejo donde se incluyeron algunos símbolos fascinantes, como las orejeras en forma de flor con cuatro pétalos, los colmillos de serpiente que destacan el linaje del gobernante y algunos elementos de concha que evocan la elevación del alma.
En el Templo de las Inscripciones, en Palenque, Chiapas, México, se realizó un descubrimiento en 1952, una cámara funeraria que contenía una serie de objetos valiosos que acompañaban los restos de un gobernante conocido como K’inich Janaab’ Pakal o Pakal “el Grande” de la famosa capital maya, su rostro fue cubierto con una espectacular máscara de jade elaborada con 340 piezas de jade de varias tonalidades, los tres tipos de minerales utilizados fueron, cosmoclor, jadeíta y albita, según estudios científicos estos materiales fueron traídos de Guatemala y las conchas que tiene incrustadas del Océano Pacífico.
La máscara tuvo que ser restaurada, partiendo de un estudio craneométrico en el que se identificó el rostro real de este personaje, todo un grupo multidisciplinario, formado por antropólogos, arqueólogos, historiadores, físicos, químicos y geólogos entre otros, llevaron a cabo la ardua tarea de recuperar esta pieza ancestral.
En el Petén, Guatemala, se encuentra un sitio maya llamado Río Azul, una zona arqueológica con un gran número de tumbas donde se descubrió una máscara de con formas peculiares, en el dorso se consiguen una serie de jeroglíficos que revelan el nombre propio de la máscara “Kinich Ahaw”, deidad patrona de Río Azul y Tikal, su propietario Sak Balam (jaguar blanco), quien fuera el primer gobernante de Río Azul, tallada en fusita verde, conchas incrustadas en sus ojos en espiral y una lengua triangular propios del Dios del Sol Nocturno.
ALFA