A menudo, solo por el hecho de ser mujeres somos en mayor medida víctimas potenciales de ataques, bien sea en manos del hampa común, violencia de pareja, un acosador e incluso violadores. Lamentablemente, a pesar de la condición de igualdad jurídica y protección legal de la que gozamos en muchos países, cada día son más las mujeres atacadas.

Por esta razón, debemos siempre estar alerta y prevenidas para poder defendernos, puede ser con técnicas de defensa personal, lo cual es el arte de vencer al oponente sin importar la fortaleza física que este tenga; o con herramientas diseñadas para garantizar nuestra seguridad y protección.

Hay quienes alegan que un mundo de iguales, las mujeres no deberíamos sentir miedo ni tendríamos que preocuparnos ante un ataque; sin embargo, como no podemos abstraernos de la triste realidad que nos aqueja en tema de violencia de género, feminicidio, violaciones y robos; es mejor estar preparadas para lo peor y saber cómo actuar ante cualquiera de estas terribles situaciones.

  • Ante una situación de inminente peligro frente a un ataque, lo primero que debemos hacer es mantener la calma y pensar con la cabeza en frío cuál será la forma de defensa más apropiada para ese momento. A pesar de que hay que actuar con “calma” se debe de tener una respuesta rápida, ágil y efectiva para poder escapar de la situación.
  • En el caso de estar siendo atacada por alguien que nos toma de la mano y se encuentra de frente, la mejor técnica para defenderse es doblándole los dedos, esto le causará gran dolor, soltará de inmediato y nos dará tiempo para huir.
  • Cuando el atacante busque tomarnos por el cuello estando de frente, se debe hacer uso de nuestros dedos índices y ubicarlos directamente en sus ojos o cara, pinchándolo. Otras técnicas eficaces ante un ataque frontal son: patear con fuerza sus testículos o tirar fuertemente de su cabello. Con estas técnicas se obliga al atacante a retroceder, lo que dará tiempo para correr y escapar.

  • Si el atacante se sitúa por detrás de nosotras tomándonos por la espalda, las mejores técnicas de defensa serán morder al atacante en la parte que primero esté a nuestro alcance, que generalmente es el brazo; darle un golpe con el codo por el estómago buscando sacarle el aire o un pisotón inesperado con toda nuestra fuerza. En ese momento sentirá mucho dolor, esto hará soltarnos y así podremos retirarnos de la zona de peligro.
  • Otras opciones ante un ataque frontal son que en el momento que se acerque el atacante, se deben abrir las palmas y golpear las orejas, como si estuviésemos aplaudiendo. Recordemos que el oído controla el equilibrio y ante un ataque tan fuerte, quedará incapacitado. Y por último podemos darle un golpe en la garganta al agresor, aunque esta técnica solo lo inmovilizará por muy corto tiempo.

En defensa personal no solo existen técnicas, sino también instrumentos como el gas pimienta y el “paralizer” los cuales siempre será pertinente tenerlos a mano, y sobre todo que sea de fácil acceso para defendernos en cualquier situación. Nunca está demás que tomemos estos consejos y así podamos sentirnos seguras de andar solas en cualquier momento.

ALFA