Aunque los huevos Fabergé son famosos en todo el mundo, muchos no conocen algunos datos interesantes sobre estas joyas, que han sido un símbolo de lujo por años y que también son dueños una historia llena de amor, desamor, guerra, misterios y sinsabores; que hacen que estemos en presencia de obras de arte misteriosas y fascinantes. Por ello, vamos a presentarte algunos datos que posiblemente no sabías sobre los huevos Fabergé.

Los huevos Fabergé Joyas Huevo Imperial Rusia

1. Su creador es Peter Carl Fabergé, quien alcanzó a crear 52 huevos que llevan su apellido, haciendo gala de su enorme creatividad; y que estaban destinados de manera exclusiva para la familia imperial rusa; hecho que lo ha convertido en uno de los joyeros más famosos de todos los tiempos.

2. La empresa Fabergé comenzó siendo humilde y sencilla, ya que, no siempre fueron joyeros oficiales de la familia imperial rusa. Su historia comienza en un sótano, donde el padre de Carl Fabergé, poseía una joyería, antes de trabajar como orfebre en San Petersburgo. Luego Carl continuó con la tradición familiar, y por cosas de la vida, el Zar Alejandro III vió sus creaciones, quedando encantado con éstas; por lo que ordenó que se mostraran en el Museo del Hermitage; y ya para el año 1885 creó el primer huevo imperial Fabergé.

3. Entre los años 1885 y 1917, los 52 huevos Fabergé, formaban parte de la serie de sesenta y nueve joyas que fueron elaboradas por Carl Fabergé y su equipo de artesanos tanto para los zares de Rusia, como para algunos miembros de la gran nobleza rusa y la burguesía industrial y financiera de la época.

4. Los huevos Fabergé representan un tesoro de la historia de Rusia, y algunos de ellos se encuentran en la actualidad en museos rusos, donde son cuidados y resguardados como un patrimonio histórico y cultural de este país.

5. La idea de los huevos Fabergé comenzó como un simple obsequio de Pascuas, por eso también se le conoce como huevos de Pascua, y formó parte de la historia de amor del Zar Alejandro III con María de Dinamarca. Se cuenta que un día que María de Dinamarca se sintió muy triste, porque estaba lejos de su familia, el Zar Alejandro III decidió obsequiarle en Pascuas, un huevo lleno de joyas, lo que la llenó de alegría, y esto hizo que pasara a ser una tradición para la familia imperial rusa; extendiéndose posteriormente a otros ámbitos.

6. Cuando los Románov, familia imperial rusa, cayó en desgracia, debido a que en el año 1917 se impuso la Revolución Rusa, algunos de los huevos Fabergé fueron saqueados y llevados a otras partes del mundo.

7. Tres de los huevos Fabergé fueron a parar a manos de la Reina de Inglaterra, mientras que el Rey británico Jorge V y la Reina Mary, quienes siempre fueron admiradores de estas creaciones artísticas, llegaron a comprar tres más, dentro de los que se encuentran el huevo del mosaico, el huevo-reloj de la columnata y el huevo del cesto de flores, que actualmente son de la Reina Isabel II.

8. Uno de los huevos Fabergé, que fue visto por última vez en el año 1902 y que se consideraba perdido por muchos años, apareció y estuvo a punto de ser fundido por un chatarrero, quien lo adquirió por 8.000 euros, y sin saber su origen y su costo real, quiso aprovechar el oro que contenía. Sin embargo, la buena suerte lo llevó a leer la información sobre esta obra de arte, en un artículo por internet, que decía que tenía un costo de 20 millones de euros, y así logró venderlo mucho más caro, y actualmente es de un coleccionista privado.

9. Los huevos Fabergé se dividen en dos grupos: los 52 huevos imperiales, que se crearon especialmente para la familia imperial de Alejandro III, de los cuales cuarenta y cuatro se han localizado, entre ellos los dos últimos que nunca fueron terminados ni entregados a la familia imperial debido a la Revolución rusa. Mientras, que los ocho huevos restantes están desaparecidos. Dada su alta calidad actualmente se estima que cada huevo imperial de Fabergé cuesta unos 24 millones de euros.

El segundo grupo lo conforman 17 huevos no imperiales; de menor valor y tamaño, que se crearon para distintas familias de la alta sociedad de toda Europa.

10. A lo largo de 40 años de la historia rusa, Carl Fabergé le obsequió nueve huevos Fabergé al Zar Alejandro III, y solamente le vendió uno, y después que cayó el imperio ruso en el año 1917, con la llegada de la revolución rusa, la mayoría de los huevos de Fabergé fueron robados, se extraviaron o se vendieron.

11. En cuanto a la ubicación de los huevos, se sabe que actualmente 10 huevos imperiales se encuentran en la Armería del Kremlin y 9 forman parte de la exposición del Museo Fabergé de San Petersburgo. Por su parte, la reina de Inglaterra posee 3 y 5 se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Virginia, Estados Unidos. Mientras que el resto de los huevos están repartidos en diversos museos y colecciones privadas.

Sin duda, que la historia de estas obras de arte de Carl Fabergé, está llena de eventos interesantes, de cultura, creatividad y sobre todo de sentimientos y amor hacia las joyas, que desde siempre el ser humano ha llevado consigo; por lo que no sólo deben ser vistos como artículos de lujo y poder, sino también, como auténticas obras de arte de la joyería.

ALFA